Durante el último invierno han nacido cuatro nuevas crías de oso pardo en el Pirineo, según han confirmado la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya y el Conselh Generau de Aran. Con éstas, son ya ocho las crías nacidas en los últimos tres años, lo que significa el asentamiento de los ejemplares reintroducidos, procedentes de Eslovenia.

Según datos recopilados por la asociación Depana (Defensa del Patrimoni Natural), a finales de junio varias personas observaron en las montañas al norte de Esterri d`Áneu (Lleida) a una hembra junto con dos cachorros nacidos el pasado invierno. Se cree que son hijos de la osa Caramelle, nacida en el Pirineo en 1997, o de una de sus hijas, nacida en 2002.

La hembra estaba en la vertiente norte y cruzó la muga hasta el Parque Natural del Alt Pirineu, donde fue fotografiada y filmada junto a sus cachorros por los dispositivos instalados por la Conselleria.

Asimismo, técnicos del Departamento observaron en la nieve las huellas de otra hembra de oso acompañada de otros dos cachorros, y confirmaron que se trata de su primer año de vida.

Los cachorros de oso pardo nacen en invierno y durante el siguiente año acompañan a su madre para aprender a alimentarse y valerse por sí mismos. Después de completar su primer año de vida e invernar nuevamente junto a su madre, abandonan progresivamente el núcleo familiar, lo que hace que la progenitora pueda volver a aparearse.

Entre 20 y 25 ejemplares

El oso pardo sobrevive en el Pirineo gracias a la reintroducción de ocho animales procedentes de Eslovenia, liberados entre 1996 y 2006. Con el nacimiento de los nuevos cachorros, se estima que en la actualidad existen entre 20 y 25 osos pardos en el Pirineo, pero sólo hay hembras en el núcleo central.

Los únicos ejemplares autóctonos viven en el Pirineo occidental. Se trata de Camille y de Aspe, a los que habría que añadir Neré, hijo de padres eslovenos y nacido en el valle de Aran, y Canelito, hijo de Canelle. Ésta fue la última hembra autóctona, y cayó abatida a tiros en el valle de Aspe en noviembre de 2004.

Todos los ejemplares que perviven en el Pirineo occidental son machos, por lo que no tienen posibilidad de tener descendencia. No obstante, la secretaria de Estado de Ecología del Estado francés, Chantal Jouanno, ha anunciado que durante 2011 se liberará una nueva hembra en la zona del Bearne.