Etxerat ha dado a conocer más casos de vis a vis que se han perdido debido al intento de imponer cacheos humillantes a los familiares y amigos de los presos.

Especialmente revelador es el caso del cacheo sufrido en Topas por la madre y la hermana de Iñigo Akaiturri por parte de la Guardia Civil, que se produjo en la sala de espera de la prisión.

Bajo el argumento de que se trataba de una operación «antidroga», los agentes del instituto miliar pasearon sus perros alrededor de estas dos personas.

En Jaén perdió el vis a vis íntimo por este motivo Joxe Mari Sagardui Gatza, que lleva 30 años en prisión, y también le ocurrió lo mismo a Juankar Balerdi, que perdió a su madre y su hermana en un accidente provocado por la dispersión en el año 2003, cuando ambos acudían a visitarle a la cárcel de Almería.

En Sevilla-II se quedó sin la visita de su compañera Roberto Lebrero por el mismo motivo. Le advirtieron de que la orden llegaba desde Madrid, y ha adelantado que interpondrá denuncia.

Aritz Arginzoniz, Gaizka Jareño y Fernando García Jodrá perdieron el vis a vis en Huelva; Jorge Olaiz, en Almería; Joseba Etxezarreta, en Puerto-I; Aitor Herrera, en Valencia-II; y Zigor Blanco, en Curtis, donde posteriormente se realizó un plante de protesta.

Furgoneta abierta

Además, se ha conocido que en Castelló, hace dos semana, la furgoneta que se dirigía a esta prisión sufrió un férreo y duro control policial. Después de ello, a la salida de la cárcel, se encontraron con la furgoneta abierta.

Etxerat refiere también el caso de Arkaitz Basabe, que ha realizado una huelga de hambre para denunciar las condiciones de vida en la prisión. El ayuno concluyó ayer.

Basabe había sido conducido a la prisión madrileña de Aranjuez con motivo de unas diligencias judiciales, tras lo que emprendió este ayuno.