Pakistán
Islamabad trata de lidiar con el desastre humanitario provocado por las riadas
Pakistán trataba ayer de frenar el desastre humanitario causado por las peores inundaciones de los últimos 80 años, que han provocado la muerte de unas 1.500 personas y 3,2 millones de damnificados, mientras amenaza con extenderse desde el noroeste a otras regiones del país. Además, se esperan nuevas tormentas, lo que ha aumentado el temor a un agravamiento de la crisis alimentaria y sanitaria. El primer ministro, Yusuf Raza Gilani, convocó a su Gabinete de emergencia para evaluar daños y acelerar la asistencia, mientras la ONU y varios países anunciaron el envío de millones de dólares en ayuda.