GARA > Idatzia > Ekonomia

LAB denuncia la muerte de una ex trabajadora de Cruces por amianto

Dos ex trabajadores del Hospital de Cruces-Gurutzetako Ospitalea han fallecido en tres meses por sendos mesoteliomas pleurales -un tipo de cáncer- contraído por haber inhalado amianto. Francisco Javier Rojo, ex trabajador de mantenimiento, falleció en mayo y Begoña García Eguiluz, afiliada a LAB, murió el pasado 29 de julio. Esta trabajadora era del personal sanitario. LAB denunció estas muertes y reclamó un control médico exhaustivo de todo el personal.

p022_f01199x116.jpg

Juanjo BASTERRA |

LAB denunció ayer la muerte de Begoña García Eguiluz, ex trabajadora de Osakidetza en los hospitales de Cruces y de San Eloy, por un mesotelioma pleural producido por el contacto con el amianto. Son ya dos los trabajadores del hospital de Barakaldo que han fallecido por el mineral cancerígeno: Javier Rojo, en mayo, y la afiliada de LAB, el pasado 29 de julio. Con ésta suman al menos once ex trabajadores que han fallecido este año -dieciocho, el año pasado- por amianto en Hego Euskal Herria. Además, al trabajador Elías García le han detectado placas pleurales, lo que significa un escenario incipiente de amianto.

La central sindical liderada por Ainhoa Etxaide recordó ayer en un comunicado que «a pesar de las exigencias sindicales realizadas, desde la dirección de Osakidetza, y en particular desde el Hospital de Cruces, no se aborda este grave tema como se debiera y se sigue dificultando el trabajo sindical por una falta de información respecto al amianto, porque no existe coordinación ni información cuando se realizan las obras; los reconocimientos médicos se hacen sólo a un colectivo de trabajadores muy concreto -los de mantenimiento- y se niegan al resto de colectivos, todo ello con la inestimable colaboración de Mutualia, que no reconoce el origen laboral de estas patolo- gías a no ser que afecten a los que ellos llaman `colectivo expuesto'».

LAB exigió a la dirección de Osakidetza que «se investiguen los casos denunciados, que se informe debidamente y se cuente con la participación en el proceso». También pidió que se pongan las medidas necesarias para que el amianto que continúa instalado en los centros de salud «no suponga un peligro para los trabajadores y los usuarios». La central sindical exigió que se «reconozcan los daños a la salud por la exposición laboral sin la necesidad de ir a la larga vía judicial». Otra reclamación se centra en que la Administración sanitaria tenga en cuenta a otros colectivos que, «si bien no trabajaron directamente con el amianto, lo pudieron respirar en sus puestos de trabajo» y que se realice la vigilancia específica de la salud a los trabajadores en activo y a los jubilados que «pudieron tener cualquier exposición al amianto». LAB se une a la reclamación para que se establezca un fondo económico para «las víctimas y los derechohabientes», a la vez que exige que se potencie la investigación para la detección y tratamiento de las enfermedades relacionadas con el mineral cancerígeno, «todo ello sin diferenciación entre el personal directo de Osakidetza y el de las subcontratas que trabajan en el hospital vizcaino».

Porque, como expresa la central sindical, «el goteo de enfermedades y muertes derivadas de exposiciones pasadas al amianto es constante» debido a que durante mucho tiempo ese mineral fue utilizado de forma masiva entre las empresas. Se calcula que hay más de 3.000 productos comunes que contenían amianto.

«Osakidetza no puede permanecer impasible ante este problema»

LAB entiende que «es hora de tomarse en serio este problema» teniendo en cuenta que «estamos hablando de Osakidetza que siendo, en teoría, el garante de nuestra salud, no puede ser el culpable de nuestra enfermedad y nuestra muerte por simple negligencia y desidia, por intentar tapar una realidad que supera la ficción y que condena a la enfermedad y la muerte».

La central sindical exige al servicio vasco de salud que «no puede permanecer impasible ante este goteo de enfermedades y de muertes, debe situarse en primera línea y poner todos los medios posibles para evitar exposiciones presentes y para paliar las consecuencias de exposiciones pasadas».

El Hospital de Cruces tardó en reconocer que el mesotelioma pleural que se le reprodujo a Francisco Javier Rojo se debió a su puesto de mantenimiento en el área de fontanería al estar en contacto con el amianto. Se le detectó en diciembre del año pasado y falleció en mayo de este año. Hasta que no ocurrió el fatal desenlace, el centro sanitario no inició un proceso de control de amianto y, en muchas ocasiones, se realizaron trabajos de construcción sin la protección adecuada, como ocurrió la pasada semana en que delegados de ELA y de LAB paralizaron unas obras dentro del hospital ante la presencia de amianto.

ELA, en este caso, denunció que la prevención que realizó el centro hospitalario no fue la adecuada, por lo que interpuso una denuncia ante la Inspección de Trabajo. Con la aparición del trabajador afectado de placas pleurales, ESK denunció «la actuación oscurantista de la dirección». J. B.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo