La empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) planteará a los controladores aéreos recurrir a un arbitraje independiente si no se llega a un acuerdo que evite la convocatoria de huelga. El presidente de AENA, Juan Lema afirmó que esperaba alcanzar ayer un compromiso en la mesa de negociación, puesto que se habían registrado avances, pero apuntó la posibilidad de acudir a un arbitraje si quedaban puntos sin resolver.

Según el presidente de AENA, se trataría de un arbitraje voluntario al que se someterían las dos partes y el árbitro sería una persona de consenso. Lema indicó que existe ya un acuerdo sobre la mayoría de los doce puntos planteados por los controladores, pero persisten las diferencias en dos aspectos: el salario y la jornada laboral, según informó Efe.

AENA plantea una retribución anual media de 200.000 euros anuales, con una jornada máxima de 1.680 horas al año. Por el contrario, según AENA, los controladores reclaman una reducción paulatina de la jornada hasta 1.450 horas anuales en 2013. Según Lema, AENA no se cierra a este planteamiento, pero precisa que, en ese caso, habría que renegociar la retribución y la productividad, ajustándolos a esa reducción.

Por su parte, el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Camilo Cela, y el secretario de Comunicación, César Cabo, solicitaron formalmente en el Ministerio de Fomento una reunión con el titular de ese departamento, José Blanco. Los controladores, que acusan a AENA de mantener una «actitud dilatoria», piden que Blanco se implique más y les conceda al menos «30 o 45 minutos».

Miedo por el turismo

El Ministerio de Fomento quería alcanzar una solución ayer mismo porque, según afirmó, la incertidumbre no hace sino perjudicar al turismo. La Mesa del Turismo, que agrupa a una treintena de las principales empresas del sector, exigió los controladores aéreos que no vayan a la huelga y acepten la propuesta de AENA de ir a un arbitraje. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos cifró las pérdidas ocasionadas por la posible huelga en 40 millones de euros diarios.