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OPERACIÓN POLICIAL DE LA ERTZAINTZA

Ni Marlaska avala la tesis de la «célula durmiente» de Ares

A las 21.00 de ayer fue puesta en libertad Aitziber Ezkerra, después de que sus familiares entregasen en la misma Audiencia Nacional los 30.000 euros impuestos como fianza por Grande-Marlaska. El abogado de confianza de ambos informó por la mañana de que Agirresarobe y la joven azkoitiarra han denunciado haber sido objeto de malos tratos en sede policial y que los policías autonómicos han realizado interrogatorios ilegales durante la incomunicación.

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GARA | DONOSTIA

Gurutz Agirresarobe y Aitziber Ezkerra han denunciado haber sido objeto de malos tratos durante el periodo de incomunicación que han permanecido en manos de la Policía autonómica, así como que los policías llevaron a cabo interrogatorios ilegales de manera constante, reproduciéndose entre tres y seis veces al día. A las 21.00 de ayer abandonó Aitziber Ezkerra la cárcel de Soto del Real, después de que sus allegados entregasen en el tribunal especial español los 30.000 euros de fianza que le impuso Fernando Grande-Marlaska.

Después de que el juez instructor de la Audiencia Nacional española decretase el ingreso en prisión incondicional de Gurutz Agirresarobe y la prisión eludible bajo fianza de 30.000 euros para Aitziber Ezkerra, ambos fueron encarcelados en la madrileña cárcel de Soto del Real.

Entre tres y seis veces al día

El abogado de confianza pudo estar ayer con sus defendidos -caber recordar que Marlaska ordenó la comparecencia incomunicada de Agirresarobe y Ezkerra y rechazó la presencia del letrado de confianza- en la citada prisión madrileña, donde ambos le relataron haber sido objeto de malos tratos durante la incomunicación, en su mayoría mediante la utilización de métodos de presión sicológicos.

Así, ambos jóvenes denunciaron que han sido objeto de interrogatorios ilegales por parte de la Ertzaintza, con una periodicidad de tres y seis veces en cada jornada. Interrogatorios que, en su mayoría, los policías habrían llevado a cabo cuando entregaban los alimentos y medicamentos. Además, denunciaron que fueron objeto de continuas amenazas, gritos, humillaciones y «algún tortazo» y que han sido obligados a permanecer en posturas forzadas durante la incomunicación.

Al respecto, cabe recordar que Aitziber Ezkerra padece de una dolencia reumática crónica y degenerativa, de cuyo alcance alertó su médico personal en comparecencia pública, y que tanto Agirresarobe como la joven azkoitiarra han sido trasladados al menos en dos ocasiones a centros hospitalarios durante el periodo en el que han permanecido incomunicados.

Los allegados de Aitziber Ezkerra entregaron finalmente en el tribunal especial español los 30.000 euros que Grande Marlaska impuso para evitar la cárcel, ante la imposibilidad de realizar un ingreso bancario por estar cerrados todos establecimientos bancarios para ello. Sus familiares aguardaron todo el día a su puesta en libertad, que finalmente se produjo a las 21.00, cuando abandonó la cárcel de Soto del Real.

En cuanto a las acusaciones en contra de los dos jóvenes vascos, Fernando Grande Marlaska imputa a Gurutz Agirresarobe «su participación en un delito de integración en organización terrorista, asesinato terrorista y tenencia ilícita de armas con fines de terroristas». La acusación parece referirse a la pistola empleada en su día el atentado contra la vida de Joseba Pagazaurtundua en 2003 y que no ha aparecido.

En cuanto a Aitziber Ezkerra, después de recoger en el auto las imputaciones que virtió Baltasar Garzón en su contra en octubre de 2003, cuando fue detenida por la Policía española, Grande Marlaska le imputa «por su participación en un delito de integración en organización terrorista y asesinato terrorista por cooperación necesaria».

¿Prueba «indubitada»?

Cuanto menos resulta curiosa la forma en la que Grande Marlaska arranca su auto judicial, cuando habla de «la instrucción concluida al momento histórico procesal» y sitúa su contenido «en grado de seria probabilidad» para, acto seguido, acusar directamente a Agirresarobe ser quien disparó contra Pagazaurtundua.

Después, el juez instructor pasa a relatar la secuencia de los hechos en el atentado contra el policía municipal de Andoain, donde acentúa la incautación como prueba de la taza del «café con leche, que no llegó a pagar». Así, pone énfasis en afirmar que entre los disparos y la posterior personación de la Ertzaintza y sanitarios en el bar Daytona de Andoain las personas presentes «no tocaron ninguno de los objetos existentes en el local, permaneciendo la estancia en el mismo estado, incautándose como significativa la taza de café consumido por Gurutz, y de la cual pudo extraerse suficiente perfil para elaborar informe de ADN».

Grande Marlaska reconoce, además, que las pesquisas policiales sobre Gurutz Agirresarobe parten del equipo de rugby de Hernani, en el que milita también Agirresarobe, y en concreto de jugadores que posteriormente también han sido detenidos y encarcelados por su relación con ETA. El juez señala que fue a raíz de ello cuando agentes de la Policía autonómica «recogieron una evidencia indubitada» de Agirresarobe, en concreto «el recipiente utilizado en una consumición». Concluye que ese perfil genético coincide con el de la taza de café del bar Daytona. Sin embargo, tras hablar de esa prueba «indubitada», Marlaska pasa a admitir que ordenó una nueva realización de pruebas de ADN, a partir de un botellín de agua que el joven hernaniarra bebió en la noche del viernes, cuando se encontraba en dependencias de la Audiencia Nacional española.

El juez español también cita que en el registro policial se incautaron de 6.000 euros que tendrían su origen en lo recaudado en una txosna del municipio guipuzcoano durante las fiestas patronales de junio.

En cuanto a Aitziber Ezkerra, el auto de Grande Marlaska le acusa de haber sido quien trasladó y «posteriormente le ayudó a salir de Andoain» a Gurutz Agirresarobe. Como medida cautelar, el juez ha fijado a Ezkerra comparecencias semanales en el juzgado.

Ningún representante del Gobierno español ni del de Lakua valoró el desenlace de estas declaraciones ni la puesta en libertad de la joven.

Ezkerra, en libertad

Aitziber Ezkerra abandonó en torno a las 21.00 de ayer la prisión de Soto del Real, donde fue encarcelada. Después de que sus allegados entregaran los 30.000 euros fijados para su fianza, quedó libre por la noche y ya está en Euskal Herria.

PRESIÓN SICOLÓGICA

Según denunciaron los dos jóvenes a su abogado, durante el periodo de incomunicación la Ertzaintza ha empleado contra ellos métodos de presión sicológica, ha imposibitado su descanso y les ha obligado a mantenerse en posturas forzadas.

siempre sin abogado

Tanto Agirresarobe como Ezkerra denunciaron que han padecido constantes interrogatorios ilegales por parte de los policías. Según informó su letrado, cada día fueron interrogados entre tres y seis veces, todos ellos sin presencia de abogado alguno.

Ni Marlaska sostiene en su auto judicial la «célula durmiente» de Rodolfo Ares

Primero convocó a algunos medios de comunicación para que presenciasen in situ el operativo policial que en la madrugada del martes desarrolló la Policía autonómica en Hernani, con la detención de Gurutz Agirresarobe y Aitziber Ezkerra. Y después, Interior de Lakua filtró a los medios que la Ertzaintza había arrestado «al asesino de Joseba Pagazaurtundua». A la par que los medios informaban del operativo, el martes se anunciaba una comparecencia de prensa del Departamento de Interior de Lakua en la base policial de Erandio. Fue en ella donde el consejero de Interior, Rodolfo Ares, rechazó hablar sobre las pruebas que afirmaba contar la Ertzaintza en contra de los dos detenidos, pero se explayó a la hora de determinar las acusaciones.

Ares se mostró tajante, escudándose en las pruebas con las que decía contar la Ertzaintza, al afirmar que las pruebas apuntaban a Agirresarobe como autor material del atentado mortal contra el policía municipal de Andoain. Señaló, además, que ambos formaban una «célula durmiente de ETA a la espera de órdenes» previsiblemente «para actuar».

Lo cierto es que el auto judicial emitido por Grande Marlaska en la noche del viernes ni siquiera menciona esas acusaciones, ni la «célula durmiente» de Ares, y los únicos hechos delictivos que refiere están circunscritos al año 2003. Además, deja en libertad a una de las dos personas a las que Ares implicaba en la «célula durmiente».

El consejero de Interior, además, se congratuló de la labor realizada por la Ertzaintza al conseguir ligar el ADN de Agirresarobe con la muestra que habría permanecido guardada desde el año 2003. Según fuentes policiales, el joven habría sido seguido a varios viajes en los últimos tiempos sin que se apreciara ningún tipo de actuación relacionada con ETA. GARA

la taza y el botellín

Tal y como recoge en el auto emitido el viernes, Grande Marlaska ha ordenado que se realice nuevas pruebas de ADN de Agirresarobe, en base al botellín de agua que bebió en el tribunal. El juez dice que tomó esa medida ante la negativa del joven a cederlas.

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