Aste Nagusia bilbaína cuenta con un alto grado de aceptación y una valoración positiva entre la ciudadanía. Por encima de todo, los habitantes de la Villa aprecian el buen ambiente de la calle que se respira, según dos estudios encargados rpor el Ayuntamiento bilbaino a las empresas Ikerfel y Gizakar.

La alta aceptación social de las fiestas se pone de manifiesto desde el punto de vista cuantitativo, ya que el 82'4% de la ciudadanía, presente en la ciudad durante su celebración, toma parte en alguna de las actividades programadas. En este sentido, las actividades que gozan de una mejor valoración por su calidad son los fuegos artificiales, las actividades infantiles y el teatro de calle.

En rueda de prensa, la presidenta de la Comisión de Fiestas, Isabel Sánchez Robles, explicó ayer que se han encar- gado estos estudios «para conocer la imagen» entre los bilbaínos, quienes la han valorado «con alto grado de aceptación» por lo que ha constatado «se trata de un modelo festivo válido, consolidado y exitoso».

Respecto a las txosnas, éstas han sido la segunda opción de destino entre los encuestados de manera cualitativa, después de los fuegos artificiales. Además, la ciudadanía ha valorado el «ambiente y la mejora en condiciones higiénicas a lo largo de los años».

Otros datos llamativos de estas encuestas revelan cosas como que «se ha perdido la vergüenza por orinar en la calle por más que existan váteres» y que las barracas «no está muy bien vistas en cuento que las perciben como caras, repetitivas y con excesivas tómbolas».

En cuanto a los elementos simbólicos, los encuestados sitúan a Marijaia como «un símbolo interno, pero que no posee nada original y característico» para el resto del mundo.