Las relaciones colombo-venezolanas, congeladas hace más de un año y rotas hace casi un mes, afrontaron ayer una nueva etapa con la reunión al más alto nivel mantenida ayer en la ciudad colombiana de Santa Marta entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez. La posibilidad de limar asperezas parece factible una vez que Álvaro Uribe, enfrentado con el mandatario bolivariano, ha cedido la presidencia de su país a Santos.

El presidente de Colombia recibió ayer a su homólogo venezolano en la Quinta San Pedro Alejandrino de Santa Marta, donde el libertador Simón Bolívar murió en 1830, minutos antes del comienzo de la histórica reunión con la que ambos confiaban en poder superar la grave crisis diplomática bilateral. Tras cruzar sus primeras miradas y sus primeras palabras tras una larga historia de desencuentros, ambos caminaron juntos sobre la alfombra roja instalada en el exterior del recinto.

Tras una reunión al más alto nivel entre ambos presidentes, estaba previsto que el encuentro continuara con la incorporación de los ministros de Exteriores de los dos países y pasada la medianoche (hora de Euskal Herria) se esperaba una comparecencia pública para explicar su desarrollo.

Santos y Chávez se mostraron optimistas ante el encuentro, considerado el primer paso para encauzar las relaciones entre ambas naciones, aunque el primero matizó que es mejor no crear «demasiada expectativas».

A su llegada al aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, afirmó que «estamos aquí, en esta histórica ciudad y vamos a un sitio igualmente histórico para buscar que las relaciones entre dos países hermanos, como son Venezuela y Colombia, se puedan restablecer sobre bases firmes y perdurables». «Somos optimistas», dijo Santos, quien agregó que «tenemos muchas ganas que esta reunión produzca efectos ciertos y duraderos por el bien de nuestros pueblos» y se mostró dispuesto a «hacer todo lo que esté a nuestro alcance y buscar todos los mecanismos para que las relaciones mejoren y se normalicen».

El presidente de Colombia insistió en que llegaba a la cita «con optimismo, pero sin generar demasiadas expectativas», ya que sólo tras la reunión se conocerá el «verdadero resultado».

«Cueste lo que cueste»

Hugo Chávez aterrizó treinta minutos después en el mismo lugar, donde le esperaban los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y Venezuela, Nicolás Maduro, y donde fue recibido con los honores militares correspondientes. Allí afirmó que llegaba con la intención de «reconstruir lo desmoronado» y «construir la paz entre nosotros, cueste lo que cueste, porque la paz es el más grande puerto, dicha y objetivo en la vida».

En la misma línea de lo manifestado por su homólogo, el mandatario bolivariano afirmó llegar a «tierra sagrada» para «encontrarnos con Bolívar», y añadió que entregaba su «corazón a la causa de la paz, de la hermandad entre Colombia y Venezuela, herencia y compromiso que quedó para nosotros» en los ideales de El Libertador.

Antes de llegar al lugar de la reunión, Chávez hizo un alto en su recorrido desde el aeropuerto para saludar a la multitud que se había congregado para recibirlo, informó Telesur.

La congelación de las relaciones diplomáticas y comerciales se produjo hace más de un año, después de que Colombia y EEUU firmaran un acuerdo para el empleo por parte de tropas estadounidenses de bases militares colombianas, lo que Caracas consideró un ataque, y la ruptura anunciada por Chávez el pasado mes de julio tuvo lugar después de que Álvaro Uribe acusara a Venezuela de permitir la presencia de guerrilleros colombianos en su territorio.

El primer objetivo de la cita de ayer era reconstruir las relaciones bilaterales, tanto políticas como económicas, y dejar para más adelante cuestiones más concretas como la violación de la soberanía venezolana por parte de tropas colombianas, que Caracas ha denunciado en más de una ocasión o las acusaciones de Bogotá contra Venezuela de colaboración y prestar ayuda a las FARC y el ELN.

Uno de los sectores que con más expectación aguardaba los resultados de la crucial reunión era el de los empresarios colombianos, ya que la congelación de las relaciones comerciales ha supuesto una caída de más de 71% en la exportaciones de Colombia a Venezuela en el primer semestre de este año en comparación con lo exportado en el mismo período del año pasado, informó Efe. Además, la paralización de los lazos ha provocado la pérdida de decenas de miles de empleos en la frontera.