La vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, descartó ayer una subida de impuestos para el año que viene por considerar que los ingresos previstos son suficientes, si bien admitió que podría haber «algún pequeño ajuste» en materia fiscal. De esta forma, la titular de Economía salió al paso de las declaraciones del ministro de Fomento, José Blanco, quien el domingo aventuró una posible subida de impuestos

Salgado y Blanco se reunieron ayer en Madrid, y en la rueda de prensa conjunta posterior la vicepresidenta señaló que las modificaciones fiscales hechas este año, como el aumento del IVA o la supresión de la deducción de 400 euros en el IRPF, entre otras, permiten una «base de ingresos suficientes» para permitir que se cumplan los objetivos del déficit público. Insistió, en este sentido, en que en principio no habrá «retoques» en la imposición porque el Ejecutivo tiene «capacidad recaudatoria suficiente» para cumplir con los compromisos de gasto y déficit este año y el que viene.

Salgado sí señaló que si hay que hacer «algún pequeño ajuste para favorecer la equidad», se planteará en la ley de Presupuestos, aunque añadió que aún no hay nada decidido. De esta forma, el Gabinete de Zapatero mantiene en el aire el anunciado gravamen para las rentas más altas, que lleva meses anunciando y que aún no se ha concretado. La ministra de Economía también apuntó que los presupuestos no pueden incluir nuevas figuras impositivas, sino sólo modificaciones de las ya existentes, pero insistió en que el año pasado ya se hicieron los cambios necesarios para cumplir el objetivo de déficit, por lo que en principio no están previstas nuevas reformas para el año que viene.

500 millones más

Otro de los temas que ambos mandatarios abordaron en su reunión fue el de las infraestructuras afectadas por el recorte del gasto público. A este respecto, Salgado afirmó que el Ministerio de Fomento contará con un margen adicional de 500 millones de euros para reanudar y acometer infraestructuras que habían quedado suspendidas con los recortes aprobados por el Ejecutivo para reducir el déficit público.

Blanco aseguró por su parte que estos recursos adicionales beneficiarán a 50 obras que están en avanzado estado de ejecución y que tienen un carácter prioritario porque «facilitan la movilidad y cohesionan el territorio», además de que «benefician a la mayoría de las comunidades autónomas», y citó como ejemplo la A-8, la Autovía del Cantábrico. También anunció que su intención es empezar a licitar actuaciones del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) a partir de setiembre.

Dentro del recorte generalizado de la obra pública en el Estado, Fomento ya había salvado aquellas infraestructuras que considera prioritarias en Hego Euskal Herria, como el TAV.