REAL UNIÓN 1

REAL SOCIEDAD 1

Los suplentes de la Real Sociedad demostraron que su entrenador no se equivocaba a la hora de relegarlos al banquillo. Ante un Real Unión voluntarioso pero claramente inferior, el conjunto donostiarra no pudo pasar del empate a uno. Y gracias, porque fue la escuadra blanquilla la que se adelantó en el marcador merced a un gol de Gorka Brit al filo del descanso.

Los de Martín Lasarte llevaron el peso del duelo, pero no acertaron a hilvanar sus jugadas. Se notaron en exceso las ausencias de Mikel González, Zurutuza, De la Bella, Sutil o Llorente. Salvo dos tiros de Viguera y Griezmann -que volvía a debutar en Txerloia, un año después de haberlo hecho bajo la disciplina realista- que se marcharon fuera por muy poco, la Real apenas creó peligro, a pesar de un Agirretxe muy voluntarioso. Para postre, un Morgado que había exhibido un buen nivel debió retirarse lesionado tras recibir un involuntario pisotón por parte de Quero.

Pero lo peor para los donostiarras llegaría casi al final de la primera parte. Morgado abandonaba el campo en el minuto 41, pero Lasarte decidía aguantar hasta el descanso para efectuar el cambio. El Real Unión se coló en ese resquicio de superioridad numérica y aprovechó un mal pase de Illarramendi que cortaría Quero y que éste, a su vez, serviría a Brit para batir a Zubikarai en su salida. La afición de Txerloia, realista casi por unanimidad, se llevó un soberano mazazo con el que remataba una primera parte más que aburrida.

Gol a los 40 segundos

Los colores y la alegría volverían al seno blanquiazul nada más reanudarse el juego. Imanol Agirretxe, que sigue acudiendo fiel a su cita goleadora -en compensación quizás de haberse pasado toda la segunda vuelta de la pasada liga sin ver puerta-, empalmó un fuerte chut desde el borde del área que se coló en la portería de San Sebastián, que sustítuía a Otermin de la peor manera.

Con los cambios de unos y otros, parecía que la Real no tardaría en remontar el marcador. Aranburu le daba empaque al centro del campo, la entrada de Carlos Martínez y Ansotegi adelantaron a Estrada y desplazaron a Cadamuro a la banda izquierda, lugar donde se mostró mucho más cómodo que en el centro de la defensa, donde perdió varios balones muy peligrosos. Asimismo, cabe destacar lo activo que se mostró Raúl Tamudo, moviéndose sin parar mientras le respondió el fuelle y ordenando con personalidad a sus compañeros.

No obstante, pese a que el Real Unión cedía metros descaradamente, no le perdió la cara al duelo y en una contra estuvo muy cerca de marcar, obligando a Zubikarai a realizar un paradón a disparo de Iker Alegre, que protagonizó una gran galopada, en el que se zafó con maestría de Markel Bergara.

En esta segunda mitad, la Real combinó con mucha mayor soltura, aunque le faltó llegada, ya que salvo el tanto de Agirretxe, no hubo ningún remate claro más. Sí que hubieron centros peligrosos rechazados a córner, o que se perdieron por la línea de fondo.

Por su parte, un saque de esquina forzado por el club irundarra terminó con un remate de Rubén Durán que Zubikarai despejaría con dificultades. El delantero blanquillo Goikoetxea, que sustituyó a Brit, pudo marcar a la media vuelta tras controlar otro buen pase de Durán, pero su lanzamiento se marchó fuera.

Con la entrada de Prieto la Real buscó el segundo gol de forma definitiva, y entre él y Carlos Martínez la banda derecha se convirtió en un peligro constante. Martínez centró con veneno, pero despejó Gabarain. Casi sobre el final, el remate de cabeza de Agirretxe al saque de falta de Prieto se fue alto.