Lander GARRO Idazlea
Isla
El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, ha ordenado ampliar en tres horas la prohibición nocturna de venta de bebidas de alta graduación alcohólica en los comercios de la capital, una nueva medida para luchar contra el alcoholismo, que mata a un medio millón de personas al año en Rusia.
Según se indica en el texto de la prohibición, a partir del 1 de septiembre de 2010 la venta al por menor de bebidas que contengan más de 15º de alcohol etílico quedará prohibida entre las diez de la noche y las diez de la mañana, cuando antes la prohibición iba desde las once hasta las ocho.
Algunos expertos en drogodependencias critican este enfoque de la lucha contra el alcoholismo al considerar que no tendrá ningún efecto positivo y que, al contrario, promoverá un comercio ilegal del vodka con el consiguiente aumento de víctimas -ya muy numerosas- de alcoholes adulterados vendidos en el mercado negro.
A muchos moscovitas les viene a la memoria la época soviética, en la que a todas horas era posible comprar a un taxista una botella de vodka oculta bajo el abrigo.
El abuso de bebidas alcohólicas tiene su reflejo en la esperanza de vida de los hombres, inferior a la de países pobres como Bangladesh u Honduras, según datos oficiales.
El presidente Medvedev ha llamado repetidas veces a intensificar la lucha contra el alcoholismo, lamentando que sus conciudadanos beben todavía hoy más que en los años 90, después del desmembramiento del URSS. Aunque también ha tenido que reconocer que las medidas tomadas en los últimos tiempos por el Estado no han dado ningún resultado.