Ayer se cumplieron diecinueve años desde que el militante de ETA Juan Mari Ormazabal perdió la vida en el transcurso de un tiroteo con la Ertzaintza en el parque Etxebarria de Bilbo. Decenas de personas se dieron cita en el mismo lugar donde fue abatido por disparos de la Policía autonómica en recuerdo al joven de Hernani.

El acto en memoria de Tturko arrancó con unos emotivos bertsos para, acto seguido, dar paso a una intervención política en la que se recordó a todos los vascos y vascas «que han dado su vida por Euskal Herria». Después, dos dantzaris bailaron el aurresku de honor y un familiar de Juan Mari Ormazabal interpretó con una guitarra la canción compuesta por él mismo en honor a su familiar abatido en Bilbo.

En los últimos días también se han realizado otros actos en homenaje a militantes muertos. En Deba, por ejemplo, se recordó a Patxi Itziar y, en Errenteria, a Pablo Gude, Rafa Etxebeste, Maite Pérez y Félix Bikuña.

Decenas de personas participaron ayer en el acto que al mediodía se llevó a cabo en el Arenal de Bilbo en homenaje a las víctimas del franquismo y a quienes lucharon contra el régimen golpista. Convocados por Ahaztuak 1936-77, el acto, secundado también por las comparsas, finalizó con una ofrenda de claveles rojos que fueron lanzados al Ibaizabal.