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El número de afectados por swaps, clips y permutas financieras sigue creciendo

Cuando la época estival está a punto de acabar, suele ser momento de hacer balances. De todo tipo. Y en lo que se refiere a las personas afectadas por productos fianancieros turbios, hay que concluir que su número ha seguido creciendo como en los meses anteriores.

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E l número de afectados por la comercialización de productos bancarios como «swaps«, «clips» y permutas financieras ha seguido creciendo en las últimas semanas a pesar de estar en agosto. De hecho, los servicios jurídicos de Ausbanc manejan hoy día más de 600 expedientes, según informó el viernes la asociación de usuarios de banca. Estos servicios jurídicos han logrado, hasta el momento, más de un docena de sentencias favorables al cliente en los tribunales, fallos que determinan la anulación de estos contratos, muy polémicos y que se han hecho especialmente conocidos en los últimos meses.

Ausbanc destaca que a través de las diversas sentencias que ha obtenido desde hace alrededor de año y medio, se ha puesto de manifiesto que algunas entidades financieras se han aprovechado de la obligación legal que establece la necesidad de ofrecer un instrumento de cobertura de tipos de interés a los clientes que contratan un préstamo hipotecario. Ese instrumento de cobertura constituye, en teoría, una garantía para el cliente, que evita que las cuotas de su hipoteca se «disparen» con la escalada de los tipos de interés. Sin embargo, tal como señala esta asociación, algunas entidades han utilizado la «maquinaria pesada» de su red comercial para sustituir estos instrumentos de cobertura que están obligados por ley a ofrecer, por productos tipo permuta de tipos de interés, «swaps» o «Clips» con sus innumerables denominaciones comerciales (Clip BK3, Clip Bankinter Flexiplus 2, Cuota Segura BBVA, Permuta Financiera de Tipos de Interés con Tipo Fijo convertible a Tipo Variable de Banesto, Permuta Financiera de Tipos de Interés (`IRS') Bonificado Doble Barrera de Banco Popular...), haciendo creer a los clientes que les ofrecían un «seguro» para cubrirse ante la posible subida de tipos.

Lo que no les explicaban es que en realidad les estaban vendiendo un sofisticado producto financiero, inadecuado para su perfil de inversor en la mayoría de los casos, y que consistía en una especie de apuesta entre el banco y el cliente, en función del estado de los tipos de interés.

Una apuesta que, a juicio de Ausbanc, «estaba trucada desde el principio», por cuanto el beneficio que puede obtener el cliente, en forma de liquidación trimestral a su favor, es «ínfimo», en comparación con lo que tendría que pagarle al banco -y muchos de hecho han tenido que pagar- en caso de bajada de tipos de interés.

En su comunicado, la asociación de consumidores se refiere a algunas de las sentencias dictadas por los tribunales en los últimos meses. Entre ellas, una de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Araba, que indica que «el cliente fue incapaz de realizar la liquidación; tampoco la pudo realizar el director de la oficina, que en el acto del juicio reconoce que no sabe cómo se liquidó, y tampoco esta Sala ha podido averiguar cómo se hace por más que ha leído una y otra vez el contrato». Se trata de una sentencia sobre el caso de un cliente de Bankinter. En el escrito también se citan extractos de sentencias similares de juzgados de Ourense y de Madrid relativas a denuncias de clientes del Banco Santander y del BBVA.

Productos «tóxicos»

En opinión de Ausbanc, la comercialización de estos «productos tóxicos» se ha realizado de forma agresiva, sin explicar claramente al cliente que el producto podía ocasionarle no sólo una ganancia cero, sino incluso pérdidas. Y sin explicar tampoco que la cancelación prevista en el contrato estaba sujeta a una indemnización cuya fórmula se ocultaba al cliente. Además, agrega, las entidades condenadas comenzaron a colocar estos productos cuando tenían conocimiento cierto de que los tipos iban a experimentar una evolución a la baja, lo que les iba a mermar sus ingresos en concepto de préstamos hipotecarios.

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