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Raimundo Fitero

Coyuntura

Dadas las circunstancias en las que nos hallamos, con tantas emociones, ilusiones desparramadas que se juntan en el espacio con los radicales libres, unión que afecta de manera directa en nuestro sistema linfático, vale la pena recordar que el impacto ha sido mundial. Y como tal, se debe administrar las dosis de adrenalina en sangre. Lo que debe venir será el futuro, y no hay ninguna objeción sobre ello. Administrar los tiempos y las resoluciones es la clave. No hay prisas. Ni un paso en falso.

Pero mientras todos intentan ponerse al resguardo, hacer ver que no, pero sí, lo que deja claro es que las reminiscencias del franquismo acaban de ponerse en funcionamiento por que lo van a juzgar desde Argentina. He escrito punto y debería haber puesto dos puntos. ¿Por qué? Porque allí el ciudadano Baltasar Garzón presunto prevaricador, ha conseguido colocarse en una parte de los medios de comunicación como un héroe, pero en otra parte de la opinión pública, empiezan a descubrir todos sus trucos. Por lo tanto no se trata de una venganza, ni de un cambio de cromos, sino que algún día se reconocerá que Garzón no ha intentado jamás, enjuiciar al franquismo, sino que forma parte objetivo de la estructura de los residuos de la dictadura, porque no hay nada más claro que de la continuidad ideológica, excepcional, entre TOP y AN. Digan lo que digan los demás. En la España borbónica al franquismo no se le ha juzgado. Y es una rémora injustificable. Ver las cúpulas bancarias, empresariales, económicas y políticas es comprobar que lo dejó atado y bien atado.

Y es ahora, cuando empieza la verdad. Ver la prensa mundial, es una inyección de energía positiva. Algunos han entendido el mensaje pese a la insistencia de la caverna españolista. El futuro es nuestro. Y nadie puede arrebatárnoslo. A propósito, ¿dónde esta el PNV? Es patético comprobar como se dedican a mostrar su perfil más reaccionario. ¿U suicidio político? ¿Un pacto secreto? No una muestra de su inseguridad. La debacle, a caída libre de una estructura corrupta de poder y robo a la ciudadanía vasca. Las frutas caen de maduras. Es cuestión de cumplir los ciclos, regar, podar, y cuidar los árboles.

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