Ayer se retomó en la Audiencia Nacional española el juicio contra Udalbiltza, dirigido por el juez Javier Gómez Bermúdez, en el que 20 ex alcaldes y ediles vascos están siendo juzgados y que comenzó a mediados de julio. Hasta ahora han declarado todos los imputados, menos Miriam Campos, que quedó absuelta en la primera sesión, y Xarlo Etxezaharreta, que no se ha presentado, así como algunos testigos llamados por la acusación, todos ellos policías. Cabe recordar que los encausados se enfrentan a peticiones de prisión de entre 10 y 15 años por parte de la Fiscalía y entre 15 y 23 por Dignidad y Justicia, que ejerce la acusación popular.

Según lo previsto, en la sesión de ayer debían de comparecer todos los testigos de la acusación, casi en su totalidad poli- cías, aunque esta vez tampoco fue posible. Tal y como ocurrió en las dos últimas sesiones de julio, ayer siete de los 24 testigos solicitados por la Fiscalía y acusación popular no comparecieron. La secretaria del tribunal justificó la ausencia de cuatro de ellos alegando que se encuentran de vacaciones y explicó que no fue posible localizar a los restantes por diversos motivos. Tampoco los médicos forenses que atendieron a los imputados durante su detención fueron hallados, por lo que no ofrecieron su testimonio.

Así las cosas, el juicio volverá a retrasarse, ya que esta semana no podrán comenzar con las pruebas periciales sin antes escuchar a todos los testigos de la Fiscalía.

Con papel y sin poder recordar

Frases como «no me acuerdo» o «creo recordar» se volvieron a escuchar ayer en repetidas ocasiones en boca de los policías-testigos que declararon por videoconferencía. La mayoría decía no recordar con exactitud en qué diligencias había participado y se limitaba a ratificar el atestado. Hubo quien declaró con papeles sobre la mesa y ofreció más detalles de lo habitual, aunque ninguno tenía en la memoria pruebas o elementos que relacionaran a Udalbiltza con ETA.

Tal es el olvido que están mostrando los policías que uno de ellos no fue capaz de decir ni si había participado en más registros y detenciones de los que había mencionado el fiscal. El abogado de la defensa aclaró que su firma aparecía en actas de por lo menos otros cuatro o cinco registros. Aun así, el Policía negó rotundamente que fuera posible que él hubiera firmado el acta sin estar presente en las diligencias.

Después de ver cómo transcurrieron en julio las dos sesiones en las que declararon algunos testigos de la acusación, los imputados creían que las cosas no podían ir peor. Pero ayer, además de la memoria de los testigos también falló el sistema informático. Uno de los testigos se quedó sin declarar porque no conseguían mejorar la calidad de la transmisión, el ordenador del juez también se averió y tampoco se pudieron visionar en la pantalla los documentos que pedía la defensa.

«Si estaba en vasco, a cajas»

El fiscal preguntó uno a uno a cada testigo sobre el método que utilizaban durante los registros para seleccionar los documentos que fueran relevantes para el caso. El policía que participó en el registro de la vivienda de Ibon Arbulu dijo ser uno de los que se encargaba de seleccionar los documentos de interés. Juan Moral le preguntó en qué se fijaban para saber que un documento tenía o no relación con el «caso Udalbiltza» y el policía respondió que se llevaron del domicilio «todo lo que estuviera relacionado con AuB, con ETA o con la izquierda abertzale, en general».

El policía que participó en otro de los registros declaró que utilizaban un modo más sencillo: se llevaban del lugar todos los documentos que estuvieran en euskara. «Criminalizan el euskara sin ningún pudor», se quejaban a la salida del juzgado los encausados. Así terminó, en menos de una hora y media, la sesión de ayer.

Hoy retomarán a las 16.30 el juicio con la declaración de once testigos de la defensa. Después, el tribunal ha fijado para el 29 de setiembre la comparecencia de los testigos de la acusación que faltan, una jornada en la que se prevé iniciar el análisis de las pruebas periciales y que coincide con la huelga general convocada por CCOO y UGT.

Apoyo a los encausados

Como resultado de una proposición no de ley aprobada en el Parlamento de Gasteiz el 22 de diciembre de 2008, ayer parlamentarios, ex parlamentarios y también representantes de EA, izquierda abertzale, Aralar o Alternatiba se trasladaron hasta Madrid para mostrar su apoyo a los encausados. En su día, el PNV también acordó «denunciar el proceso y solicitar al Gobierno español retirar la acusación por parte del fiscal», además de «hacer un seguimiento del juicio enviando una representación».

Jon Abril, de Aralar, señaló que «es lamentable» que sigan en vigor juicios como éste. «Es una de las consecuencias de la conculcación sistemática de derechos civiles y políticos», declaró. Aludió a lo ocurrido con la manifestación convocada para el sábado pasado en Bilbo y dijo que «Euskal Herria no se puede quedar callada o mirar al otro lado; lo mínimo que podemos hacer es mostrar nuestro apoyo». Desde Aralar, también estuvieron los parlamentarios Txentxo Jiménez, Asun Fernández de Garaialde y Mikel Basabe.

En nombre de la izquierda abertzale acudieron Txelui MOreno y los ex parlamentarios Patxi Urrutia y Kattalin de Madariaga. Moreno resaltó que «el sábado pasado se comprobó que en Euskal Herria no hay derechos, y Udalbiltza es una muestra». Para el portavoz independentista, este juicio forma parte de una estrategia del Estado, pero augura que el Gobierno español «tendrá que tomar medidas para garantizar los derechos civiles y políticos».

Juanjo Agirrezabala de EA, que llegó acompañado de Santi Merino, exigió la absolución de los imputados y manifestó que «en este nuevo ciclo político que vivimos en Euskal Herria es más que necesario acabar con juicio como el de Udalbiltza». Por su parte, también estuvo en la Audiencia Nacional Jonathan Martínez, de Alternatiba, aunque no realizó declaraciones ante la prensa.