Durante el próximo puente del Pilar se va a celebrar el encuentro de la peñas del Barcelona, conocido como la Trobada, en Donostia. En distintos ámbitos se ha debatido sobre las características de este evento y su incidencia en el sentimiento realista o no. Nosotros nos hemos posicionado claramente en contra de esa celebración y de los actos que conlleva, como inauguración de un monumento conmemorativo, marcha por las calles de la ciudad, tamborrada de la Unión Artesana, entre otras. Y nos oponemos, además de por la afrenta que supone para los aficionados realistas en general al herirles en lo más profundo de su sentimiento futbolístico, por el agravio comparativo que supone el trato que se le da a la Trobada por parte de las instituciones, políticos y establecimientos diversos con el tratamiento que se dio el año pasado a la celebración del X congreso de peñas realistas, coincidente además con el centenario del Club.

Hoy queremos tratar del reflejo en la hostelería de esa celebración. Desde el alcalde, Departamento de Turismo de la Diputación, etc. nos han vendido que el hecho de que acudan 3.000 personas a Donostia es bueno, y más en tiempos de crisis. Esto parece no tener ninguna respuesta posible. Pero hete aquí que, tirando de hemeroteca, nos encontramos que los periódicos donostiarras titulaban el año pasado que el puente del Pilar había tenido una ocupación similar a la del mes de agosto. Y es que este puente tradicionalmente es el de más ocupación fuera de la época estival.

Con la Trobada van a salir beneficiados los establecimientos hosteleros que colaboran con la misma, mientras que los demás (la inmensa mayoría) van a ver mermados sus ingresos respecto a años precedentes, porque los actos que van a celebrar estas 3.000 personas se van a concentrar en dichos establecimientos colaboradores (y colaboracionistas, decimos nosotros). Así que los establecimientos más respetuosos con el sentimiento donostiarra y realista son los más perjudicados con la Trobada en beneficio de los que, apoyándola, nos clavan un rejón en la base de nuestro sentimiento. Que no engañen a nadie! Gipuzkoa txuriurdin!