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«Le Monde» acusa al Elíseo de espiarle para proteger al ministro Woerth

El diario «Le Monde» denunció ayer haber sido espiado por orden del Elíseo para identificar una fuente que filtraba informaciones sobre el «escándalo Bettencourt» y proteger así a su ministro de Trabajo, Eric Woerth. La Presidencia francesa desmintió «totalmente» la acusación al asegurar que «nunca dio la más mínima instrucción a ningún servicio» para investigar el origen de las informaciones de ese periódico sobre el caso.

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se enfrenta desde ayer a un capítulo del escandaloso asunto Woerth-Bettencourt, después de que el diario «Le Monde» acusara al Elíseo de espiar a un periodistas para identificar a uno de sus informantes. El prestigioso periódico anunció que presentará una demanda ante la Fiscalía.

La Presidencia francesa desmintió «totalmente» a AFP esa acusación y aseguró que «jamás dio la mínima instrucción a ningún servicio» para que se investigara el origen de las informaciones que «Le Monde» ha publicado sobre este escándalo político-fiscal en torno a la heredera del emporio L'Oreal, Lilianne Bettencourt, y en el que está implicado el ministro de Trabajo, Eric Woerth.

El diario acusó en su edición de ayer al Elíseo de «violar la ley sobre el secreto de las fuentes de los periodistas» y de haber utilizado el «servicio de contraespionalje para identificar una fuente» de un periodista de «Le Monde» que investiga el caso.

«El Elíseo utilizó, en julio, métodos que violan directamente la ley sobre la confidencialidad de las fuentes de los periodistas», escribió la jefa de redacción del diario, Sylvie Kauffmann.

«Tenemos pruebas de que el Gobierno ordenó una investigación al margen de cualquier marco legal (...) para tratar de identificar, de detectar de dónde procedía la fuga» de información, señaló su director, Eric Fottorino, a la emisora «Europe 1».

El origen de esa labor de espionaje para identificar a la fuente era un artículo de Gerard Davet de mediados de julio que señalaba que «El principal colaborador de Liliane Bettencourt ponen a Eric Woerth en dificultades». Aquel artículo describía con detalle las condiciones de contratación de la esposa de Woerth por el gestor de la fortuna de Bettencourt, Patrice de Maistre.

Según «Le Monde», se pidió entonces a los servicios de contraespionaje «poner fin a las filtraciones que posibilitaron la publicación de dicha información». La fuente del periodista fue identificada en base a datos telefónicas facilitadas por un operador.

«Intereses de Estado»

La Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI) se encargó de las labores de espionaje, «aseguró a «Le Monde» que ha actuado en el marco de su misión de proteger los intereses del Estado», señaló el diario.

Ayer por la noche, el director general de la Policía Nacional, Federico Péchenard, señaló a AFP que la DCRI había identificado a un alto funcionario como responsable de las filtraciones y se informó a la Fiscalía el 2 de setiembre..

Según fuentes cercanas a la investigación, una «verificación técnica» llevada a cabo « en el marco de la ley (...)» se centrado en las llamadas realizadas desde el teléfono móvil de David Sénat, asesor penal del gabinete de la ministra de Justicia, Michele Alliot-Marie. Se espera que éste sea cesado de sus funciones y se le proponga un puesto en Cayenne, capital de la Guyana francesa, según «Le Monde».

El «caso Bettencourt», en el que está implicado Eric Woerth, es complejo ya que tiene varias ramificaciones, incluyendo las sospechas de conflicto de intereses, de financiación política ilegal y de soborno. Desde hace meses, este caso es una vergüenza para el Gobierno y para el presidente Sarkozy, cuando cuenta con sus índices de popularidad más bajos.

El Partido Socialista, en la oposición, pidió que que se aclaren estas acusaciones. El portavoz de los diputados socialistas, Alain Vidalies, instó al Ejecutivo a «explicarse». El diputado Noel Mamere (Verdes) dijo que «nos encontramos en vísperas de un nuevo asunto de Estado».

La ONU advierte contra la estigmatización de los gitanos

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, calificó ayer de «preocupante» la «nueva política» del Gobierno francés hacia los gitanos y denunció las «deportaciones colectivas» hacia sus países de origen, lo que, a su juicio, «sólo puede exacerbar su estigmatización» y su «extrema pobreza». Pillay evocó «situaciones preocupantes en países específicos» y destacó «la nueva política de Francia hacia los gitanos, el desmantelamiento de sus campamentos y las deportaciones colectivas», e instó a los estados europeos a «adoptar una política que permita a los gitanos superar su marginalización».

Ayer se conoció, además, una circular del Ministerio del Interior sobre el desmantelamiento de campamentos ilegales, «de forma prioritaria los de gitanos», por la que varias ONG recurrirán al Consejo de Estado. «El 28 de julio, el presidente de la República fijó objetivos precisos para la evacuación de campamentos ilegales: 300 campamentos o implantaciones ilegales deberán ser evacuados en los próximos tres meses, prioritariamente los de gitanos», afirma esa circular del 5 de agosto.

Al abrir la 15ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Pillay, resaltó también como preocupante «la situación de los emigrantes que salen de México o transitan por México», a la luz de la matanza de 72 de ellos aparentemente por el crimen organizado, así como la práctica de EEUU de autorizar «asesinatos selectivos de sospechosos de terrorismo en circunstancias que desafían las normas internacionales establecidas para proteger el derecho a la vida y el imperio de la ley». GARA

loco

El ex presidente cubano Fidel Castro afirmó en la última de sus reflexiones que «parece» que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se está volviendo loco, tanto por las expulsiones de gitanos como por su política nuclear.

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