Febril actividad para apuntalar el frágil diálogo entre Israel y la ANP
Una febril actividad diplomática reinaba ayer para arrancar un acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina a pocas horas del fin de la moratoria sobre la colonización judía en Cisjordania, que puede acabar con el frágil diálogo de paz reanudado recientemente. Mientras los palestinos protestan en las calles, los colonos judíos se preparan para reanudar la construcción de más viviendas.
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La moratoria sobre la construcción de nuevas viviendas de colonos judíos en Cisjordania concluye hoy a medianoche sin que Israel haya reconsiderado su decisión de reiniciar las edificaciones, lo que pone en peligro las conversaciones recién retomadas con la Autoridad Palestina (ANP). En Nueva York, donde los líderes mundiales se han reunido con motivo del plenario de la Asamblea General de la ONU, se están llevando a cabo en las últimas horas intensas negociaciones pidiendo a Israel que prorrogue la moratoria y a ambas partes que se comprometan a seguir negociando.
Para sentarse a negociar, la OLP ha puesto como condición la paralización de cualquier edificación en Cisjordania y en el resto de territorios palestinos, incluido Jerusalén Este, y su presidente, Mahmud Abbas, ha reiterado la amenaza de abandonar las negociaciones de paz si se reinicia la construcción.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por su parte, ha dicho que no prorrogará la orden de cese, que sólo afecta a las colonias judías en el territorio ocupado palestino de Cisjordania y no a las de Jerusalén Este.
Hasta ahora, Israel y la ANP no han conseguido acordar una fórmula de consenso respecto a esta cuestión. Para salvar las negociaciones de paz, la comunidad internacional, empezando por el presidente estadounidense, Barack Obama, ha pedido a Netanyahu que prolongue la moratoria sobre la construcción en las colonias judías de Cisjordania decretada hace diez meses y que finaliza el domingo. Paralelamente, los estadounidenses han pedido a los palestinos que «no utilicen la amenaza de abandonar» el diálogo.
En un último intento de lograr un acuerdo, la secretaria de Estado de estadounidense, Hillary Clinton, se reunió el viernes en Nueva York con Abbas y algunas fuentes anunciaban otro encuentro para ayer.
Washington propuso una prolongación de tres meses de la moratoria, el tiempo de llegar a un acuerdo sobre las fronteras, fórmula que apoyan los negociadores palestinos, según fuentes palestinas citadas por AFP.
Israel dijo el viernes que estaba «dispuesto a llegar a un compromiso aceptado por todas las partes» a la vez que subrayó que «no podría haber cero construcciones» en las colonias. La ANP, por su parte, ha hecho saber que no se contentará con una «solución parcial» o con un compromiso que no garantice un «cese total» de la colonización.
En Cisjordania, los palestinos protestan contra la construcción de asentamientos mientras los colonos judíos se preparan para reiniciar su ampliación tan pronto como caduque oficialmente la moratoria.
Hamas y Al-Fatah limaron ayer algunas de sus diferencias en Damasco, donde acordaron dejar de lado su rivalidad para lograr la reconciliación palestina. Pronto habrá otra reunión con el resto de grupos palestinos.
Mahmud Abbas, dejó entrever ayer que mantiene su intención de abandonar el diálogo bilateral con Israel si Tel Aviv no amplía la moratoria sobre las colonias. En su discurso en la ONU, afirmó que Israel «debe elegir entre la paz y los asentamientos».
Abbas denunció también que «éste es el resultado de una mentalidad de expansión y de dominación, que sigue teniendo el control sobre la ideología y la acción política de Israel, el ocupante».
Pero insistió en que los palestinos siempre querrán la paz y dijo que «nuestras manos heridas todavía son capaces de ofrecer una rama de olivo, que viene de esos árboles que la ocupación arranca de raíz todos los días».
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