Desde que les dijeron que iban a cerrar, ¿qué es lo que está ocurriendo entre los trabajadores de la empresa?

Muchos estamos desesperados, porque peligra nuestro puesto de trabajo, nuestro futuro y el pan nuestro de cada día. Somos 120 afectados en el expediente de extinción. Vemos que nos quedamos sin futuro, después de que en 2007 nos dijeron que la planta de Alonsotegi era la apuesta de futuro del grupo. Nos prometieron inversiones y creación de empleo, pero no fue así. Un año después comenzó a notarse que no eran ciertas esas buenas palabras, y en 2009 se redujo la plantilla de 200 a 120 trabajadores.

¿A qué se debe esta decisión? ¿Qué les dice la empresa?

Es la decisión lejana de una multinacional, en este caso Thyssenkrupp. Como ha ocurrido en la zona de Enkarterri y Ezkerraldea con otras. En nuestro caso, se quieren deshacer de la parte de automoción, que es a lo que nos dedicamos, porque les da la gana. No tiene que ver con la situación económica, porque dinero hay. Han tenido unos beneficios en el primer semestre del 727 millones. Entendemos que una parte de ese beneficio lo podría invertir en nuestra planta para adoptar mejoras para ser más rentables.

¿Es una nueva deslocalización como otras?

Sí, esta zona está machacada. Se va a quedar sin industria. Enkarterri está siendo desmantelada sin que las administraciones públicas vascas sean capaces de poner fin a este deterioro industrial en zonas ya muy afectadas, teniendo en cuenta que son empresas que se marchan para obtener en otros lugares más beneficios que aquí.

¿Qué piden a los gobernantes?

Que presionen para que se mantengan los puestos de trabajo. Queremos trabajar. Luchamos por un puesto de trabajo. A la empresa le pedimos que se implique para conseguir, en el peor de los casos, que nos recoloque en otras del grupo. Pero, no queremos que se cierre, porque será otro golpe para Enkarterri.

¿Hay más plantas de Thyssenkrupp en Euskal Herria?

En Mungia, Gasteiz y en Gipuzkoa también tiene plantas. Pero nosotros queremos que no se apruebe el expediente, si no hay acuerdo con el comité.

Los grupos de Juntas Generales de Bizkaia, salvo PP y PNV, exigieron conocer si ha recibido ayudas de Diputación para que, de ser así, las devuelva. ¿Usted conoce si el equipo del diputado general, José Luis Bilbao, ha entregado ayudas a esa multinacional en Alonsotegi?

Se está a la espera de que la Diputación responda a este tema. Lo que sí sabemos es que el Ayuntamiento de Alonsotegi hace tres años, cuando la multinacional anunció su apuesta por nuestra planta invirtiendo dinero para ser más productivos, les ayudó con la recalificación de los terrenos para que fuesen legales. Se implicó.

¿Se sienten engañados?

Sí, nos han engañado por completo. Queremos un puesto digno de trabajo, tal y como están hoy las cosas.

¿El Gobierno de Gasteiz y la Diputación les dicen algo?

Nos ofrecen buenas palabras, pero sólo eso. Estamos esperando a los hechos, para que modifiquen esta realidad que estamos sufriendo como es la amenaza de cierre de la planta este mes mes, aunque con el proceso legal del expediente de extinción ese plazo se ha modificado levemente.

¿Hay otros planes para esa planta si Thyssenkrupp se va?

Lo que nos tememos es que se cierre un día, porque la multinacional ya ha tomado la decisión, y que después en ese mismo lugar se instale otra empresa. Si fuera así, tendrían que coger trabajadores de la zona. Hemos llegado a estar 200 trabajadores. Nuestra empresa era puntera, así nos lo dijeron hace tres años. Pero el pasado 28 de junio nos comunicaron que se cerraría el 30 de setiembre. Está claro que es una deslocalización más. Pedimos que si no hay acuerdo con el comité no se consienta por parte de la Administración el cierre de esta planta de Alonsotegi.