Más allá del sensacional tercer puesto cosechado por el Auxerre en la pasada Ligue 1, hablar del club de la Borgoña supone mencionar la figura de Guy Roux. Nacido en octubre de 1938 en la ciudad alsaciana de Colmar, defendió los colores del entonces modesto Auxerre entre 1952 y 1961. En cuanto colgó las botas, se convirtió en el entrenador del AJA.

Su éxito residió en la paciencia. Nunca hubo prisa por conseguir ninguno de los objetivos, únicamente confianza en un club humilde, con los cimientos en el trabajo de cantera. Roux cogió al equipo en Cuarta y tardó nueve cursos en conseguir el primer ascenso. En 1974 quemó la siguiente etapa y el Auxerre accedió a Segunda. Un lustro después llegó el estreno en la élite con el ascenso a Primera y la disputa de la final de Copa ante el Nantes. El AJA se convirtió en un matagigantes. Dio el primer golpe de efecto con la contratación del polaco Andrei Szarmach, autor del gol que dejó fuera del Mundial de 1974 a Inglaterra y que aterrizó en la Borgoña con un permiso especial de la Federación de su país. Y es que en aquella época era sumamente complicado que un futbolista pudiera atravesar el telón de acero.

En la temporada 83-84 la escuadra dirigida por Roux se hizo con un hueco entre los mejores. Culminó la campaña en tercera posición y Patrice Garande fue el máximo goleador del Championnat. El ariete acompañó al portero Bats y al mediapunta Ferreri en los Juegos de Los Ángeles, cita en la que Francia se colgó el oro. A partir de aquí, el Auxerre de Roux supo mantenerse en los puestos de honor y reciclarse de manera constante ante la salida de sus mejores jugadores hacia clubes con mayor poder económico. Las participaciones europeas se sucedieron, siendo el AJA testigo del debut de un pipiolo de 16 años llamado Paolo Maldini en la Copa de la UEFA. Por aquella época, un polémico y talentoso joven de nombre Eric Cantona comenzaba a destacar con la elástica del Auxerre.

En 1990 la entidad quiso dar un salto de calidad y tras la venta del defensa Basile Boli, posteriormente autor del tanto que dio al OM su única orejona, entró de lleno en el mercado con las contrataciones de Alain Roche, Enzo Scifo y el polaco Kaczmarek. Un tercer puesto en la Ligue 1 refrendó la apuesta.

Definitivamente, Guy Roux había construido una base más que sólida durante casi tres décadas y el club se apresuraba a recoger los frutos. Otro cuarto puesto en la 91-92 y una semifinales europeas perdidas ante el Borussia de Dortmund un año después, refrendaron la buena línea trazada por los de la Borgoña. El éxito definitivo llegó en 1994, al vencer por tres a cero al Montpellier en la final de Copa. Su primer gran título.

Lo mejor estaba por llegar. En 1996, la temporada arrancó llena de dudas por la venta de algunos de sus mejores activos como Guerreiro, Baticle, Mahé, Martini -meta internacional francés que luego también destacó en balonmano- o Verlaat. Pero el Auxerre volvió a demostrar paciencia y acierto para reinventarse. Firmó a un gran central como Blanc, al argelino Tasfout y al delantero Guivarch. Charbonnier, Diomede, Laslandes y Coco Martins fueron otras de las estrellas. La fórmula resultó un éxito y el AJA consiguió el doblete. Era la culminación a un gran trabajo en la antesala de la Ley Bosman.

Tiempos convulsos

Fueron tiempos convulsos, los mejores futbolistas dejaron el club y los problemas para retornar a Europa se multiplicaron. El equipo echó mano de la Intertoto para entrar en UEFA y sufrió para mantener la categoría en 1999. La edad no perdonaba y Roux comenzó a sentir problemas cardiacos y dejó el equipo un año después. Pero el gusanillo y su pasión por el AJA le devolvieron al banquillo. Nuevo susto e ingreso hospitalario. El corazón le había vuelto a avisar. Un corazón que volvió a latir con fuerza gracias al éxito copero de 2003. Boumsong, Mexes, Kapo, Pantxi Sirieix o Cisse eran algunos de los nombres más conocidos de aquel equipo. Dos años más tarde, Roux cerró su gloriosa con otro nuevo título en la Copa. «Es mejor dejarlo ganando un trofeo que con un descenso».

Le sustituyó el ex seleccionador francés Santini, pero desde 2006 Jean Fernández es el técnico que dirige al Auxerre. Con una confianza ciega en el bloque, y sin individuales que destaquen sobre el conjunto, Fernández consiguió que el AJA accediera a una más que meritoria tercera plaza en el último campeonato galo. Pedretti, Jelen, Dudka, Berthod, Virsa, Le Tallec o Gritching son algunos de los principales futbolistas del equipo de la Borgoña. Una entidad y afición que se aprestan a vivir una gran noche de fútbol con la visita del Real Madrid al Abbe Deschamps.