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Un libro editado por UAGA recopila recetas de las mujeres rurales alavesas, adaptadas a los nuevos tiempos

J.V. | GASTEIZ

Tomate desecado y confitado, de entrante, ideal para bocadillos o tostadas con un chorrito de aceite; unas pechugas rellenas con espinacas y avellanas crujiente, de segundo; y torrijas o tostadas de calabaza al horno con anís, de postre. Y ya está listo un menú al estilo mujeres rurales alavesas. «Se trata de una recopilación de platos, surgidos a través de los cafés-tertulia y cursos llevados a cabo», explica Yolanda Urarte Alonso, presidenta del sindicato UAGA, impulsor de este recetario recién salido del horno.

Recetas todas ellas que tienen su base en la cocina tradicional de las mujeres rurales alavesas, pero, como ella advierte, «los platos están hechos con los productos de siempre, de nuestras huertas, de nuestras casas, pero con la innovación y los nuevos tiempos que deben impregnar al campo alavés».

Mujeres que han aportado su saber culinario, desde las txintxortas de San Vicente de Arana, al bolo o bolada de tempura de la Rioja y Llanada alavesa, al capón ``vitoriano'', las migas del sur alavés, tortillas de pan de Trebiño o Menagarai o las tortitas de calabaza de Kanpezu. «Uno de ellos es la tortilla que se elaboraba en la Montaña alavesa, una versión de la tortilla de patata a baja temperatura, que la dejaban hacer mientras hacían la faena de la huerta y la casa. Cuando regresaba la familia, ya estaba lista para comer», cuenta la cocinera Laura Muñoz, del restaurante treviñés Urgora, encargada de compilar, seleccionar, actualizar y presentar todos esos saberes. «Es super importante no olvidarse de esa sabiduría y reconocer la labor que han desempeñado durante generaciones. Han conservado los platos en los que está basada nuestra cocina y nos ha enseñado a reunirnos en torno a la mesa para conservar el gusto por los productos y la comunicación familiar», ensalza.

«En los pueblos de Alava existe una gran despensa, muchas veces desaprovechada. Tenemos que valorar lo que tenemos», insiste Laura Muñoz.

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