Un individuo de 32 años fue detenido a las 7.00 del domingo en Bilbo, después de que hubiera abordado por la espalda a una joven cuando entraba en un portal de la capital, a la que intentó agredir sexualmente.

Según informó ayer la Policía Municipal, la detención se produjo en la avenida del Ferrocarril y el varón fue imputado por un presunto delito contra la libertad sexual. Los agentes realizaban labores de seguridad ciudadana por la citada calle cuando observaron en el interior de un portal al joven, forcejeando con una joven de 20 años que pedía a gritos auxilio.

El agresor tenía sus órganos genitales fuera del pantalón y, al ser sorprendido por los policías municipales, intentó sin éxito darse a la fuga. A continuación, los agentes contactaron en la escalera con la joven, que manifestó que, cuando se disponía a entrar en su portal, fue abordada por la espalda.

El varón manoseó el trasero de la víctima y llegó a amenazarla para que no gritase, finalizando la agresión con la llegada de la patrulla policial.

Por otra lado, ayer se conoció que el Juzgado de lo Penal nº 4 de Iruñea ha condenado a M.E.B. a dos años de prisión por abusar sexualmente de un niño de siete años, al que deberá indemnizar con 600 euros por los perjuicios causados. El tribunal considera probado que el acusado dio al niño un billete de cinco euros y, «fingiendo jugar con él, le manoseó los genitales».

Los hechos ocurrieron en un bar de Iruñea en octubre de 2009 y, según el fallo, han sido acreditados por el testimonio «firme y contundente» de la madre del niño, coadyuvado por la declaración de una empleada. La sala rechaza así que pueda cuestionarse la existencia de un solo testigo y advierte de que si no se aceptara el testimonio único «se llegaría a la más absoluta impunidad de innumerables ilícitos penales» que se perpetran de forma «clandestina, secreta o encubierta».

Señala también que la exploración física del menor solicitada por la defensa le podría suponer al niño «un mayor perjuicio» y agrega además que hay «elementos que dotan de verosimilitud al testimonio» de la madre. Entre ellos subraya en primer lugar «la ausencia de incredibilidad subjetiva» por una relación preexistente entre el acusado y ella que pudiera poner de manifiesto un posible móvil de resentimiento.