Ganador del Torneo Euskaldun de la Federación Vasca
Un holandés escalador al que le cuadran las cuentas
Paul Kneppers, licenciado en Matemáticas, llegó en 2008 al Telcom navarro en busca de montañas. Habla cinco idiomas y ahora se propone aprender euskara.
Unai IRARAGORRI
«Ahora me toca aprender euskara». Es la promesa que hizo Paul Kneppers si ganaba el Torneo Euskaldun de la Federación vasca y ya es oficialmente el vencedor en 2010. El holandés llegó hace tres años a Iruñea y Juan Salas lo acogió en el Telcom. Ahora le ha recompensado con la victoria más importante en el calendario vasco y el próximo año espera ser profesional.
Kneppers nos atiende poco antes de salir a entrenar durante cinco horas. Vive en Urdaitz, al pie de los Pirineos Todavía no ha finalizado su temporada, ya que el próximo fin de semana disputará el Cinturó Empordá, cedido en el CJAM catalán.
«El Euskaldun era el objetivo más importante del equipo. Lo vamos a celebrar a lo grande dentro de dos semanas en las fiestas del pueblo de Juan Salas, en Uharte. Todo el equipo ha trabajado mucho durante toda la temporada», destaca.
Cuando era líder del Euskaldun hizo una promesa, estudiar euskara si ganaba. «Ahora me toca aprender. He empezado un poco con un compañero que vive en Bermeo, Joseba», confiesa. Habla cinco idiomas: holandés, inglés, castellano, francés y alemán. Que sepa euskara dependerá de su destino en 2011. Su objetivo desde hace varios años es firmar un buen contracto profesional en el ciclismo «Tengo posibilidades en Holanda, Estados Unidos... Aún no hay nada seguro. Son tres años aquí y estoy muy a gusto. Por eso quiero seguir en Navarra», subraya.
Un escalador
El holandés aterrizó en Pamplona en 2008, después de vivir año y medio en Girona. Era un escalador en un país donde el perfil es plano. Estudio y terminó la carrera de Matemáticas. Pero la pasión por el ciclismo se le cruzó con 20 años, después de haber practicado fútbol, atletismo y BTT. Y decidió hacer las maletas. Tras correr en un equipo aficionado en su país se decantó por hacerse ciclista lejos de aquel paisaje plano.
En su primer año en el Telcom sufrió cuatro fracturas: clavícula derecha e izquierda, muñeca y codo. El año pasado ya ganó carreras y en 201o se ha llevado el Euskaldun y la Vuelta a Argelia. «Me encuentro muy bien aquí. Esa es la razón por la que llevo tres años. El ambiente es muy importante para tener éxito. Este año lo he dedicado sólo a la bici, incluso todo el invierno estuve en Almuñécar».
Su novia es holandesa. «Viene mucho a visitarme y le gusta mucho esta zona. Quiere vivir aquí, aunque primero tengo que encontrar algo fijo».