«Desde Franco, el sanguinario, hasta el último de los guardias civiles que han participado como voluntarios en el pelotón de ejecución... Arias, Juan Carlos, cada uno de los ministros del Gobierno, los falsos jueces (...) todos los reaccionarios que facilitan estos crímenes salvajes, todos pagarán sus culpas» (fragmento del comunicado del PSOE protestando por los fusilamientos en setiembre de 1975 de Txiki, Otaegi, Baena, García Sanz y Sánchez Bravo).

¿Qué pensarán los responsables de este comunicado (González, Guerra, Múgica, Benegas etc.) de la actitud reaccionaria de sus sucesores incordiando en el cementerio de Zarautz y prohibiendo la memoria de aquellos «crímenes salvajes»? Claro que desde el poder, el PSOE terminó rendido a la Corona y descubriendo a la Guardia Civil. Ahora le ha tocado ayudar a la Banca y pronto se dedicará a piropear al Vaticano Todo un ejemplo de adaptación.