GARA > Idatzia > Iritzia> Gutunak

Félix Soto | Donostia

386 asesinados sin sacar del armario

Odón Elorza nos tiene acostumbrados a sustituir la ética por la estética, y para ello no repara en gastos. Por eso no nos sorprendió que apareciera chupando cámara en Sartaguda con ocasión de la inauguración del Parque de la Memoria en honor y recuerdo de los cerca de cuatro mil navarros y navarras asesinados, cuyos nombres, sacados del armario, aparecen grabados en un muro.

Y es que el alcalde del último pucherazo juega al despiste como si los civiles asesinados le hubieran motivado su viaje hasta Sartaguda.

Sin necesidad de ese esfuerzo viajero, en el armario del Ayuntamiento donostiarra tiene ocultos trescientos ochenta y seis civiles asesinados que dejaron viuda e hijos, y cuyo único delito, a juicio de los fascistas, era el de no haberse sumado al Alzamiento.

Han transcurrido tres años desde que se aprobó la Ley de la Memoria Histórica que, cuando menos, exige un reconocimiento a las víctimas del franquismo, por eso seguimos esperando que, como en Sartaguda, una de las arterias principales de la Donostia que ellos conocieron en vida sea bautizada con el nombre de «Víctimas del franquismo» y sus nombres grabados en el monumento que en su memoria se erija en dicho lugar, porque en este colectivo tan numeroso no había ni torturadores, ni narcotraficantes, ni gobernadores, ni militares ni policías; eran simplemente padres de familia arrancados de sus domicilios para convertirlos en víctimas del genocidio y sembrar el terror en la población.

Si en Sartaguda resultó posible, y allí acudió Odón Elorza siendo alcalde de Donostia, y no de Sartaguda, ¿quién le impide sacar del armario donostiarra, que lo tiene tan cerca, a los vecinos y vecinas asesinados por el fascismo?

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo