Maite SOROA | msoroa@gara .net
A Rajoy le zurran desde la derechona
La sucesión de acontecimientos políticos en Euskal Herria ha encendido las luces rojas de la caverna mediática. Y ya hay quien pregona que la catástrofe no se acerca, sino que se está produciendo en tiempo real.
Hermann Terstch, en «Abc», le ponía las peras al cuarto al mismísimo Rajoy y lo acusaba de pardillo. Lean, lean: «Rajoy dice que se considera bien informado por el Gobierno en materia antiterrorista. Y está convencido de que el Gobierno socialista no está negociando en estos momentos con la banda terrorista. Nos alegra mucho saber que don Mariano está tan tranquilo. Otros, que por naturaleza somos más retorcidos y aviesos, no lo vemos todo con su envidiable placidez. Y tenemos algo más que una mosca detrás de la oreja, como le pasa a Jaime Mayor».
Como ha quedado reseñado, Rajoy es un primo que se lo cree todo: «Mucho nos tememos que le están engañando. Y nos negamos a pensar que a él no le parece ni bien ni mal que así sea. Porque sería realmente suicida y nada nos parece menos propio de un amante de la vida como nuestro fumador de habanos». O sea que, además de incauto, Rajoy es un vividor.
El columnista sigue zurrándole al candidato del PP: «La acumulación de indicios de que estamos plenamente inmersos en la reactivación de las negociaciones del Gobierno con ETA es ya tan grande -y crece con tanta celeridad-, que don Mariano debería tomarse la molestia de ponerlos en orden. Y sopesar la posibilidad de que también en esta ocasión le estén mintiendo el presidente del Gobierno y su Alfredo Fouché».
Lo que pide a gritos Terstch es que vuelva Mayor Oreja, que es el que sí que sabe: «recomendarle que se lea bien una intervención que tuvo hace unos días en Sevilla Jaime Mayor Oreja. En ella describe muy bien todo este proceso en marcha, con la secuencia de comunicados de ETA, la lenta pero inexorable entrada en escena de los mediadores internacionales, la manida pero eficaz externalización de ETA de la izquierda abertzale como interlocutor, el aumento de privilegios para los presos y la coordinación con el PNV. Esto no va a pasar, don Mariano. Ya está pasando». Y Rajoy sin enterarse. O sea, pardillo, vividor y prácticamente lelo. ¡Pobre hombre!