La Audiencia Nacional española ha condenado a 14 años de cárcel a Oier Urrutia González, acusado de ser de Segi y detenido en un bar de Gasteiz por supuestamente dibujar un esquema de cómo fabricar artefactos incendiarios.

El joven declaró en el juicio que había hecho el dibujo porque se encontraba «borracho» y que lo hizo para «hacer el tonto». La sentencia dictada por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal condena a Urrutia González a seis años de cárcel por un delito de «pertenencia de organización terrorista» y a otros ocho por tenencia de explosivos y materiales incendiarios.

El magistrado Alfonso Guevara ha considerado como pruebas 31 petardos y queroseno líquido y sólido hallados en el local, y que, según Guevara, estaban destinados a construir artefactos explosivos.

Por el contrario el camarero del local, David Hernández García, ha sido absuelto porque ha acreditado no tener «conocimiento de la existencia de elementos pirotécnicos» en el establecimiento o de que Urrutia «tuviera intención de destinarlos a la confección de artefactos explosivo-incendiarios».

El tribunal especial argumentó que «el hecho de trabajar en un local cuya decoración evidencia una cierta ideología abertzale no constituye indicio de conducta delictiva», y añadió que la relación entre los dos acusados se limitaba a «una simple afinidad ideológica».