El refugiado vasco Joxe Mari Zaldua, fallecido el martes de la semana pasada, será incinerado en Aix-en-Provence, la localidad donde falleció. Sus cenizas llegarán a Euskal Herria el sábado y una vez en casa, sus compatriotas le rendirán homenaje. Zaldua falleció tras, al parecer, sufrir un infarto mientras estaba andando en bicicleta. Los familiares y allegados del refugiado explicaron que tuvo que huir a América para evitar las torturas e ingresar en prisión. Aun así fue detenido, y cuando fue liberado en el Estado francés volvió a refugiarse de nuevo. El movimiento pro amnistía de Euskal Herria quiso enviar sus muestras de apoyo, de alguna manera u otra, a todos los vascos que están refugiados y también a la familia del tercer refugiado vasco que fallece este año.