La sección sindical de CGT en la planta de Volkswagen de Iruñea ha convocado paros de tres horas de duración al finalizar cada turno en protesta por «el fraude continuado» en la evaluación de riesgos laborales y que, según la central sindical, ha puesto en riesgo durante «los últimos quince años» la salud de los trabajadores y exige que la dirección se haga cargo de los daños que puedan sufrir en un futuro los trabajadores.

CGT se basa en un informe del Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) que tiene su sede central en Madrid, que «desacredita uno por uno prácticamente todos los elementos utilizados por la dirección de Volkswagen en la evaluación de riesgos», bajo criterios técnicos que «desde esta sección sindical llevamos explicando hace más de quince años». A juicio de CGT, esta «práctica fraudulenta» tendrá unas consecuencias nefastas para los trabajadores y Volkswagen deberá realizar de forma correcta una nueva evaluación de riesgos laborales con los criterios adecuados a la normativa vigente de seguridad y salud.

Entre las carencias detectadas, CGT destaca que «la metodología de Volkswagen no sigue lo recomendado por las normas técnicas españolas, europeas o internacionales». Los controles correspondientes a la manipulación manual de carga «no siguen los criterios propuestos en la Guía Técnica del INSHT, ni tan siquiera contempla todos los factores de riesgos», responde ese instituto a la inspectora de trabajo de Nafarroa, Ana María Saldaña Lusarreta, ante las denuncias de fraude por parte de la compañía alemana.

«Sin riesgos» en montaje

El informe critica que en los puestos de montaje «no se ha identificado ni un sólo factor de riesgo, que están caracterizados por las posturas forzadas, aplicaciones de fuerza o de mucha repetición, todos ellos factores de riesgo musculoesqueléticos».

El INSH también denuncia que los valores de posturas penosas no se ajustan a las normas técnicas, a la vez que lamenta que no se contemplen las recomendaciones ergonómicas en el empleo de maquinaria y tareas repetitivas en cuanto a la manipulación de cargas pequeñas «con alta frecuencia».

CGT señala que se ha estado provocando un daño a la plantilla de Volkswagen y, por lo tanto, «los responsables del sistema de gestión de la prevención de riesgos de esta fábrica deberían de ir a la cárcel». Según la central, «han falseado la evaluación de riesgos para ocultarlos e imponer unas condiciones de trabajo bestiales». Para CGT han puesto «los intereses económicos y productivos» por encima del derecho a la salud .