Ocho meses y medio después, suma un punto fuera... y con un jugador menos
Ricardo salva el cántaro y rompe con la mala racha
Los rojillos tuvieron que mantener el tipo con diez desde el 34 cuando Pérez Lasa expulsó a Camuñas por decirle «¡Qué chulo eres!» y uno de sus ayudantes anuló un gol legal a Vadocz, que entraba desde atrás.
Natxo MATXIN I
Como un parto prematuro, ocho meses y medio después, Osasuna volvió a saborear las mieles de arrancar un punto fuera de casa. No fue sencillo, desde luego. Con uno menos y un Ricardo inconmensurable, los rojillos sumaron de nuevo a domicilio e incluso dispusieron de ocasiones claras para marcar, con el mérito añadido de tener que conseguirlo en inferioridad numérica durante casi una hora.
Porque los de Camacho a punto estuvieron de pecar, una vez más, de pardillos. En esta oportunidad, la china le tocó a Camuñas, protestón desde el inicio y al que no se le ocurrió mejor cosa que espetarle al guipuzcoano Pérez Lasa, tras creer que le habían hecho falta, un «¡Qué chulo eres!», que le envió ipso facto para vestuarios y dejó a la escuadra navarra mermada.
Independientemente de si la expresión es merecedora de tal castigo y de si los trencillas también deben tener en consideración que cualquier futbolista está bastante revolucionado sobre el césped por lo que hay en juego, la realidad es que los osasunistas ya están muy escarmentados como para encima ponérselo fácil a un árbitro a la hora de sacar una tarjeta roja.
Por una cosa o por otra, a la media hora el envite comenzaba a tomar el mismo cariz que anteriores gatillazos. Empanada inicial, poca actitud, incapacidad para disponer de la pelota pese a acumular hombres en el medio campo y el rival merodeando el área navarra con las peores intenciones del mundo.
Fue poco antes de la expulsión de Camuñas cuando Osasuna comenzó a espabilar. Recién llegado de jugar con su selección, Vadocz, el más activo de los rojillos en ataque aunque sin acierto, y casi sin querer, mandaba el balón al poste en primera instancia y recogía el rechace para que Laure, bajo palos sacara con el brazo pegado al pecho, el segundo remate del húngaro.
Para entonces, Ricardo había comenzado a demostrar que era su día y que no iba a permitir que se perforara su portería. A esas alturas, había protagonizado dos paradas de gran mérito -sacó con el pie un remate de Lassad y se adelantó a Juan Rodríguez dejándole con el molde- e iba camino de erigirse en el protagonista del encuentro.
Gol legal anulado
La expulsión de Camuñas no sólo trajo consecuencias para su equipo, sino que provocó que Pérez Lasa se desestabilizase en la normal apreción del reglamento. Para más inri, al de Andoain bien poco le ayudaron sus auxiliares. Como en la jugada en la que Osasuna pudo ponerse por delante en el marcador, cuando su futbolista magiar arrancó desde atrás burlando la línea defensiva local y se adelantó a la desesperada salida de Aranzubia para introducir el balón en las redes. El juez de línea interpretó que Leka también iba a por el balón -el serbio estaba ciertamente algo más adelantado-, pero sin embargo el ariete dejó hacer a Vadocz.
El paso por vestuarios acrecentó la alargada sombra de Ricardo, quien tuvo que intervenir hasta en seis ocasiones, destacando en dos despejes a sendos chuts de Desmarets. Osasuna se transformaba en un frontón ante el creciente acoso deportivista y sólo otra vez el centrocampista húngaro metía el miedo en la grada de Riazor. De manera incomprensible su cabezazo se marchó fuera en el 56. Fue la única oportunidad de la segunda parte, en la que los rojillos se limitaron a contener para conseguir un valioso punto final.
Lo valioso del punto, el derroche de los suyos y la actuación arbitral centraron la posterior comparecencia de Camacho, en esta ocasión con pique incluido ante el reproche de un periodista gallego a las quejas del de Cieza por las decisiones adoptadas por Pérez Lasa.
«¿Nos estamos volviendo locos o qué? ¿Cómo me estás diciendo que no soy lógico? -le espetó a un plumilla local- Tú defiende lo tuyo que yo haré lo mismo con lo mío. Lo único que quiero es que me piten correctamente y no en función de los problemas de los demás», se quejó.
«He visto un gol como una catedral», en referencia a la jugada anulada a Vadocz tras salir desde una posición correcta, «y un penalti y una expulsión como una catedral», sobre el anterior lance en el que Lauren sacó bajo palos con el brazo un remate también del húngaro.
El técnico murciano insistió en sus quejas respecto a que Osasuna está saliendo perjudicado por medirse a los conjuntos que deja la escuadra merengue. «Hay que esperar a que se tranquilice todo y sepan que nosotros no tenemos que ver nada con los equipos que deja el Real Madrid y sus problemas, que tenemos que trabajar y luchar por lo nuestro, pero por el momento no nos dejan», comentó.
Por su parte, Camuñas confirmó que la expresión que le había dedicado a Pérez Lasa fue «¿Qué chulo eres?», como así lo transcribió en su acta, pero «en tono cariñoso, sin faltarle al respeto en ningún momento». «Creo que no se le puede echar a nadie por decir eso. Llevo doce años como profesional y nunca me habían expulsado hasta hoy. Me he quedado muy sorprendido y espero que el comité no lo interprete como un insulto». N.M.
