Con una reciente comunicación de que tanto Javad Nekounam como Masoud Shojaei van a conceder sendas entrevistas a la web del club, los dos futbolistas iraníes quieren lavar sus vergüenzas por no estar dispuestos a colocarse delante de los micrófonos.

Su actitud no es un desprecio hacia los informadores, ya acostumbrados a los caprichos de futbolistas que no se han criado en Tajonar, sino una falta de respeto hacia los dueños del club, que no son otros que los socios, quienes tienen todo el derecho del mundo a conocer las impresiones de sus ídolos y empleados.

Porque no es Pachi Izco quien les paga sus sueldos, sino la masa social que, año tras año, contribuye a la existencia de esta entidad deportiva con su anual aportación económica, a la que entre otras cosas, le gustaría saber la verdadera razón del retraso veraniego de estos dos futbolistas.