La posibilidad de que el pacto presupuestario firmado por el PSOE con el PNV haya dejado en una mala posición al PSE sigue dando que hablar. Aunque Patxi López salió a la palestra el sábado para evitar que su silencio fuera interpretado como muestra de disconformidad, ayer el secretario de Coordinación de Áreas del PSE, Mikel Torres, retomó la cuestión al exponer que «igual» el PSOE «ha traspasado alguna línea roja».

En una entrevista a Radio Euskadi, eludió explícitamente a la partida pactada para impulsar un nuevo museo Guggenheim en Urdaibai, un proyecto que como es sabido apoya el PNV contra el criterio del PSE, y que ahora queda legitimado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

«Ya habíamos manifestado nuestra negativa a que haya dos Guggenheims en 30 kilómetros a la redonda y yo creo que ahí el presidente del Gobierno o no ha sido consciente o no lo ha negociado bien -dijo Torres-. Creo que había algunos aspectos que no se tendrían que haber hecho», recalcó. Se mostró convencido además de que Patxi López ya le habrá transmitido esto a Zapatero en privado.

El dirigente del PSE negó, sin embargo, que exista un «malestar» por ese acuerdo presupuestario, ya que según matizó va a permitir sacar adelante unas cuentas que «son buenas para España» y también para «todos los vascos».

«Cuanto te estás ahogando...»

Mikel Torres también afirmó «comprender» al presidente del Gobierno español, puesto que «cuando te estás ahogando y alguien te da la mano para salvarte, pues le das todo aquello que necesita para poder salvarte».

Preguntada por estas declaraciones tras la reunión semanal de la Ejecutiva del PSOE, su responsable de Organización, Leire Pajín, evitó responder. Se centró en defender el acuerdo, asegurando frente a las críticas del PP que en el mismo no hay nada oculto y argumentando que se confirma con ello que Patxi López tenía el desarrollo del Estatuto de Gernika entre sus principales retos de la legislatura.

El PSOE argumenta que ésta es una meta en la que el PNV también se ha implicado ahora en esta cuestión. Dirigentes como José Antonio Pastor subrayan que con ello ha dejado atrás la etapa de Juan José Ibarretxe, basada en demandas mayores como la del derecho a decidir.

El PNV defiende que es justo al revés. Su portavoz en el Con- greso, Josu Erkoreka, expuso ayer que «por primera vez en muchísimos años», los representantes del PSOE «asumen que es necesario explorar y alcanzar un acuerdo en torno al mecanismo que la Disposición Transitoria Quinta del Estatuto de Gernika» contempla para «la materialización de la competencia vinculada a la gestión del régimen económico de la Seguridad Social».

En este sentido, Erkoreka consideró en Onda Vasca que a lo largo del 2011 «algún acuerdo tenemos que alcanzar para dotar de contenido» a lo que recoge el Estatuto sobre este asunto.

«Hasta ahora, éstos eran términos innombrables, es decir, ni se podía hablar de la gestión del régimen económico, ni tampoco de la Transitoria Quinta ni de nada que se le asemejase, porque inmediatamente pla- neaba sobre el debate la sombra de la imposibilidad, por la indisolubilidad de España y sus esencias más puras», dijo.

El PP exige explicaciones

Por su parte, la portavoz en el Congreso del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que Zapatero debería dar explicaciones del pacto del Ejecutivo con el PNV para aprobar los Presupuestos Generales de Estado y de «sus consecuencias». En su opinión, así «pone de manifiesto que está dispuesto a lo que sea con tal del seguir en el poder».

«El PNV le ha dado un año más al frente de la Moncloa y el alquiler que ha pagado es muy caro, ya que ha cedido lo que durante 30 años el PSOE no ha querido ceder nunca», recordó Sáenz de Santamaría en una entrevista a la cadena Cope.

Añadió además que Zapatero «tiene poco futuro como presidente del Gobierno, quizá menos que como pitonisa habida cuenta de lo que dijo» el domingo en Ponferrada sobre expectativas de salida de la crisis económica y sobre las bondades de su proyecto presupuestario. «Zapatero intenta vender una moto que, sencillamente, no aguanta lo que ve cualquier español con sus propios ojos», recalcó Sáenz de Santamaría antes de concluir que el presidente español «no tiene nada que ofrecer y está ciego ante la realidad».