El diario “El País” es uno de esos periódicos considerados internacionalmente como «de referencia» y el domingo suele ser el día de mayor tirada. Hay que cuidar mucho la elección del tema de apertura del diario y entre la entrevista con Arnaldo Otegi y otra que publicaba dos páginas más atrás con un tal Barack Obama optó por la del dirigente de la izquierda abertzale. Alguna importancia debieron dar a un mensaje que tantas veces sus propios opinadores han menospreciado con expresiones como «más de lo mismo», «no cuela»... Y de esta forma, las palabras del líder independentista vasco están ya dando la vuelta al mundo, tanto a través de quienes las han leído directamente en el diario como rebotando de un lado a otro por Internet.

A estas alturas dice el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que «estos juegos retóricos creo que más confunden que otra cosa. No vamos a entrar en los matices». Sigue llegando tarde. Nadie duda de que tiene la fuerza bruta de su lado y la determinación de emplearla, pero está perdiendo el debate político. Hasta Antonio Basagoiti dice que ve «algún cambio en las formas».

Pero lo verdaderamente llamativo ha sido leer que Baltasar Garzón ha dicho que las palabras de Arnaldo Otegi son «importantes», añadiendo que «ya era hora de que esa decisión por una vía pacífica y en contra de la violencia terrorista de ETA se produjera». Aunque precise a renglón seguido que «hace falta mucha más contundencia no sólo en las palabras, sino también en los hechos».

Son muchos los que consideran que Baltasar Garzón es un mal juez de instrucción. De hecho, se encuentra refugiado en La Haya como asesor de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) tras ser suspendido en la Audiencia Nacional. Sus palabras de ayer no hacen sino confirmar las peores impresiones sobre su actividad instructora. No cabe olvidar que Baltasar Garzón fue el juez que hace un año por estas fechas puso la firma a la orden de detener a Otegi, junto a otros ocho dirigentes independentistas. Y también fue él quien mandó a prisión a cinco de ellos por «integración en organización terrorista» y, ya en enero de este año, lo confirmó dejando el caso listo para juicio.

Su actual valoración de la entrevista demuestra que el juez está mucho más atento a lo que se publica en los periódicos que a los documentos que debe manejar en sus propios sumarios, puesto que las ideas expresadas ahora desde la cárcel por el dirigente independentista aparecen por escrito en los papeles que se movieron en el debate de la izquierda abertzale y con los que, eligiendo de cada cual la parte que le interesaba, el propio Baltasar Garzón completó un pastiche para mayor gloria de los intereses políticos del Ministerio de Interior, mandando a Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez a la cárcel.