El Departamento de Trabajo del Gobierno de Lakua ha dado el visto bueno al expediente de regulación de empleo (ERE), que ha presentado la empresa Esmaltaciones San Ignacio. La única modificación que ha introducido ha sido la rebaja de 57 a 53 días de aplicación, debido a que, por el retraso en la resolución, las primeras fechas solicitadas ya se han superado. Así, el ERE empezará a aplicarse a los 96 trabajadores de la plantilla a partir del próximo jueves y hasta el 31 de marzo, durante todos los jueves y viernes.

El comité denunció ayer que, con esta decisión, Trabajo ha beneficiado a la empresa y ha perjudicado a los trabajadores. «Quieren que trabajemos más y cobremos menos, como ha pedido el presidente de la CEOE», afirmó el portavoz del comité, Bixen Fernández, quien subrayó que este expediente es consecuencia de «la mala gestión empresarial» de los directivos de la Esmaltaciones San Ignacio.

Menos producción almacenada

Criticó que Trabajo «se ha interesado muy poco» por las razones que expusieron los trabajadores para considerar que el ERE no está justificado.

Explicó que ningún inspector se ha molestado en comprobar que la producción almacenada por la empresa no es de un valor de doce millones de euros, como argumentó la empresa en un principio, ni de los nueve a los que lo rebajó luego sino que asciende a unos 318.000 euros, que suponen la producción de unos doce días . El comité vincula este ERE a la deslocalización de la producción de la empresa hacia plantas en China o Marruecos, y que la dirección quiere llevar a cabo al amparo de la crisis, mientras «los trabajadores somos los que pagamos una situción que no hemos creado».

Esmaltaciones San Ignacio llegó a un pacto con el Ayuntamiento de Gasteiz para trasladar su planta al polígono de Júndiz y liberar terrenos para la construcción de viviendas. En ese pacto, según ha venido recordando el comité, se incluía el compromiso de la empresa de no adoptar medidas traumáticas para la plantilla, que, sin embargo, lleva años padeciendo despidos, recortes de plantilla, leyes concursales y ERE. Además, llevan dos años cobrando su sueldo dividido en tres partes a lo largo de cada mes.