Euroliga Gran debut en Zurbano
El Baskonia importa el showtime
El equipo azulgrana arrolló a los israelíes en una espectacular primera parte plena de intensidad y acierto en la que dejó sentenciado el partido. La excesiva relajación del último parcial fue el único lunar en un debut para la esperanza ante uno de sus mayores rivales.
Jon ORMAZABAL
Además de vender imagen, pasear por el escaparate a sus productos más exportables y darse el gustazo de jugar en aquellos pabellones, el Baskonia ha debido importar el famoso showtime de la NBA, con el que durante la primera parte sacó del mapa al Maccabi en su estreno en la Euroliga. Contagiado quizá también de ese espíritu menos competitivo y más dado al espectáculo del otro lado del charco, en el último cuarto se permitió el lujo de dejar escapar un average que puede ser importante y que deslució la exhibición de los primeros cuartos.
El Baskonia salió decidido a disipar las dudas que pudieran existir sobre su potencial con una puesta en escena que rayó la perfección, con Logan como base titular, Barac dominando la zona tanto en ataque como en defensa, Teletovic importante en todas las facetas y un acierto exterior con el protagonismo muy repartido que llegó a ser de 4/4 en triples. La valoración al término del primer cuarto 45-1 a favor de los baskonistas fue incluso más significativa que el 31-11 del marcador.
Pese a los destrozos puntuales que Schortsanitis creó en la zona en los minutos de descanso de Barac, Ivanovic gestionó perfectamente las rotaciones y la ventaja para, con un Rancik enchufadísimo y que en absoluto parecía debutante, llegar al descanso con una renta aún mayor (57-32) y fases arrolladoras. Por mucho que Blatt lo intentara, Maccabi se mostró impotente ante el vendaval ofensivo azulgrana, más propio de los equipos que visitó recientemente.
Menos fluidez
Era previsible, y la fluidez no fue tan excelsa en un tercer cuarto en el que se abusó algo más del bote. No obstante, el Maccabi no tuvo ninguna capacidad de reacción y el Caja laboral se defendió con soltura, primero buscando a un Stanko Barac que fue ganando confianza, y luego a un David Logan que sigue demostrando fundamentos y una gran capacidad para generarse sus propios tiros, algo que el Baskonia no tuvo la temporada pasada.
El único lunar de la noche llegó en un último cuarto en el que los de Dusko Ivanovic se tomaron demasiado literalmente el término anglosajón de minutos de la basura. El cortocircuito de los de Dusko Ivanovic fue alarmante e incluso hubo quien empezó a temer por un resultado que llegó a ser de 72-43, viendo la inoperancia azulgrana y la pasmosa facilidad con la que los macabeos perforaban el aro local, con auténticos pasillos en la zona. Afortunadamente, no fue para tanto.
Al contrario de lo sucedido en visitas pretéritas del Maccabi a Gasteiz, los instantes previos al partido resultaron inusualmente tranquilos, sin los aparatosos controles que se han solido poner en la entrada al pabellón. Esta aparente permisividad inicial dio pie a que durante la primera parte se mostraran multitud de banderas palestinas y otro tipo de pancartas tan peligrosas otras temporadas. Casi todas ellas se concentraron en la zona de Indar Baskonia y detrás de la canasta en la que atacó el equipo judío en la primera parte. Incluso una activista saltó al parqué con una bandera palestina en el segundo cuarto. Sin embargo, lo que fue ocurriendo tanto dentro de la cancha como fuera debió de terminar enfadando a alguien y la presencia policial y de los guardas de seguridad se fue multiplicando en determinadas zonas. En el descanso requisaron una pancarta que llamaba al boicot a Israel. J.O.
Al montenegrino le gustó la capacidad de recuperación de su equipo y la primera parte, pero no la segunda. «Cuando todo entra es fácil jugar, pero debemos aprender a jugar bien cuando los tiros no entran. Hay que mantener la defensa».