ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL ATHLETIC
Los socios dan el aprobado a Macua pero no le evitan el susto
Las tres propuestas de Fernando García Macua fueron aprobadas por la Asamblea rojiblanca que, sin embargo, no le evitó pasar un mal trago, al forzar que la ratificación de los nuevos directivos se realizara por votación secreta.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Por segundo año consecutivo, Fernando García Macua salió del Palacio Euskalduna con el sí de los compromisarios rojiblancos a todas sus propuestas, aunque la Asamblea General Ordinaria del Athletic resultó más agitada de lo que reflejan los resultados. Tal y como cabía prever, la decisión del presidente rojiblanco de adelantar la votación para la ratificación de sus tres nuevos directivos y, sobre todo, la de realizarla a mano alzada, se encontró con una fuerte contestación.
Algo podía sospecharse por el goteo constante de compromisarios -entre los que el término «cacicada» se repetía de forma incansable- que se acercaron a la mesa instalada en el exterior del Euskalduna para recoger firmas con este objetivo. Y quedó confirmado nada más quedar constituída la Asamblea, en segunda convocatoria y sin la presencia de Jon Lertxundi, cuya dimisión se hizo pública en el incio de la cita. El propio Macua, tras argumentar su decisión respecto a la votación, explicó que, en caso de que el 20% de los 600 compromisarios presentes en aquel momento lo solicitaran en la mesa del secretario, ésta pasaría a ser secreta. Muchos se levantaron de sus asientos y viendo la cola -con bastantes caras conocidas- que se formó a los pocos minutos, al presidente no le quedó más remedio que admitir que ese mínimo de firmas requeridas se iba a superar.
Se ahorró el trago de que el número de compromisarios contrarios a su decisión, previsiblemente elevado, se conociera. Pero el resultado de las votaciones, que llegó casi dos horas más tarde, fue igualmente llamativo: Jone Artetxebarria consiguió el mayor respaldo, con casi un 54% de votos favorables; Carlos Lasa superó a duras penas el 50%; y sólo el 49'72% de los votantes apostaron por el sí en el caso de Jesús Arancibia, aunque superaron en veinte votos a los que optaron por el no.
Repaso a la legislatura
Dos horas más tarde de que quedara constituída la Asamblea, todavía con el susto en el cuerpo, pero arropado ya por sus tres nuevos directivos, Fernando García Macua tomó la palabra para realizar su habitual repaso, no ya a la última temporada, sino, por tratarse de la última Asamblea de la legislatura, a «lo que han sido estos tres años largos de gestión».
Balance que arrancó con la asunción de errores, justificados por la obligación de tomar decisiones, «por más que éstas pudieran ser controvertidas o discutidas», y que se vieron contrarrestados por el tono de satisfacción que imprimió Macua al resto su discurso. Recordó que su equipo llegó a Ibaigane con el reto de «aplicar un proyecto de regeneración y reordenación del club», así como de dotar al Athletic de «músculo financiero, pero manteniendo el equilibrio presupuestario». En este sentido, destacó haber «desterrado determinadas prácticas contractuales» o «multiplicado las fuentes de generación de ingresos, que han pasado de 45 millones de euros en la temporada 06/07 a los 62 de la que acabamos de cerrar». No faltaron las menciones, en el plano deportivo, a la final de Copa, el regreso a competiciones europeas, o el título juvenil de Copa, así como a la «renovación» del primer equipo, en el que se ha «consolidado y fidelizado una plantilla joven y muy ambiciosa».
También se refirió a Lezama, donde anunció que se construirán dos nuevos campos dentro de un proyecto más ambicioso, y, al nuevo San Mamés, del que se habló después de manera más específica como cuarto punto en el orden del día.
Macua, por otro lado, admitió la demora en la reforma de los estatutos, respecto al que entonó el mea culpa por la lentitud en que se está desarrollando desde que se aprobara el decreto de clubes deportivos en julio. «El compromiso personal e ineludible de quien les habla es que el proceso de reforma esté concluído dentro del primer trimestre del año 2011».
No faltó, por otro lado, la referencia a los cinco directivos que han abandonado la Junta en los últimos meses, cuya marcha consideró «comprensible» y a los que mostró su «reconocimiento y agradecimiento».
Macua, por último, tampoco desveló si se presentará a la reelección, aunque sus continuas referencias a los proyectos y la importancia de la estibilidad siguen invitando a prever que intentará prolongar su estancia en el Palacio de Ibaigane.
Las cuentas
Llegó el turno de José Antonio Zarate, que desgranó las cuentas tan detalladamente como es habitual en él. Las explicaciones del contador de la Junta no convencieron a todos, pero sí a la mayoría, que dieron por bueno el balance del pasado ejercicio -casi 90.000 euros de superávit, pese a que se superaron en tres millones y medio de euros las previsiones aprobadas hace un año- y el presupuesto para la presente temporada que, con 58.051.700 euros, supone un frenazo, aunque sea mínimo, a la imparable progresión presupuestaria del club, acostumbrado a batir récords año a año.
En lo que respecta al balance, se contabilizaron 466 votos favorables (59'36%), frente a 267 votos contrarios (34'01%). Ligeramente más ajustada resultó la votación del presupuesto para la presente temporada, que mereció 433 votos a favor (55'08%), frente a los 293 en contra (37'37%). Suficiente para que Macua saldara con pleno de «síes», la Asamblea por segundo año consecutivo.
Una cita que concluyó pasada la medianoche, ya que tras las votaciones, desde la Junta Directiva se explicaron los detalles sobre el nuevo San Mamés y quedó aún el turno para los ruegos y preguntas de los socios.
Nuevos o ex, pero fue la noche de los directivos. Se hizo pública la dimisión de Jon Lertxundi, el quinto que abandona la Junta Directiva, y se aprobaron, por la mínima y con polémica por el tipo de votación, las incorporaciones de Carlos Lasa, Jesús Arancibia y Jone Artetxebarria.