El comité y los trabajadores de Thyssenkrupp se encerraron ayer en el Ayuntamiento de Alonsotegi para demandar al Gobierno de Lakua que no apruebe el expediente de extinción de la empresa. Según explicaron a GARA los representantes sindicales, «el encierro es indefinido hasta conseguir que el Departamento de Empleo del Gobierno vasco deniegue el expediente de extinción».

Explicaron que «se ha roto la negociación porque la empresa no garantiza los recursos económicos ni las prejubilaciones ni recolocaciones que desde la parte social se ponen encima de la mesa, después de que nos anunciaran mejoras en la inversión hace tres años».

La dirección comunicó al comité en junio pasado el cierre de la planta de Alonsotegi, a pesar de que Thyssenkrupp situó a la fábrica de Enkarterri como su punto de desarrollo de la actividad y anunció, entonces, diferentes compromisos de inversión que, sin embargo, ha incumplido. Ante ese primer anunció, el propio Ayuntamiento de Alonsotegi recalificó el suelo industrial para permitir esa inversión. Dos años después del anuncio, se redujo la plantilla de 200 a 12o trabajadores, para pasar al cierre de la empresa en 2010, tras eliminar dos líneas de producción a comienzos de este año.