Llega uno de los mejores visitantes
Estrabismo y mucho miedo al rival
Los rojillos tratarán de hacer bueno el punto cosechado en Riazor con una victoria ante un oponente que todavía no ha hincado la rodilla cuando juega lejos de La Rosaleda. Un nuevo tropiezo casero aumentaría el descontento de la grada hacia la labor de Camacho.
OSASUNA-MÁLAGA
Natxo MATXIN
Como si del Inter o el Barça se tratara, la visita del Málaga infunde mucho respeto en Iruñea. Su particular bagaje a domicilio -los siete puntos que suma los ha cosechado en campos contrarios- propiciado por las rápidas contras que genera son un peligroso antídoto ante el previsible sistema que suele utilizar Osasuna en casa.
Alertados como están los rojillos ante tal circunstancia, evitar cualquier pérdida de balón en zona peligrosa y estar muy atentos a los movimientos del rival son el estrabismo -un ojo en la puerta contraria y otro en la propia- al que deberán hacer frente los de Camacho.
Además de mantener al equipo en puestos de descenso, un nuevo tropiezo casero enervaría los ánimos del personal, ya de por sí bastante susceptible con la marcha del equipo. Nadie se atreve a hablar todavía de ultimátum para el técnico murciano, pero está claro que un resultado negativo en El Sadar aminoraría notablemente el crédito que tiene de momento entre aquellos partidarios que le quedan en la grada.
Conocedor de tal trascendencia aunque apenas se lleven jugadas siete jornadas y obligado por las ausencias -alguna de última hora-, el de Cieza ha estado ensayando toda la semana con diferentes sistemas sin haber despejado las dudas de si saltará con uno o dos delanteros específicos y quiénes formarán en el doble pivote.
Masoud, por la izquierda
Lo que sí tiene claro Camacho es que Masoud será quien se maneje por el carril izquierdo -Monreal va a tener tajo de sobra para defender esa banda, encima con Quincy enfrente-, lo que aumenta todavía más el ostracismo de un Calleja que fue una solicitud del propio técnico al comienzo de la pasada temporada. Obligado está el preparador rojillo a dar con la tecla necesaria si no quiere volver a escuchar música de viento desde el graderío.
Tanto Osasuna como Málaga tendrán que hacer frente a problemas de ultimísima hora cuando en los dos entrenamientos matinales de ambos equipos se les lesionaron hombres fundamentales en su esquema, uno por cada lado.
Para los rojillos, la más que probable ausencia de Walter Pandiani -Camacho habló de que lo veía «más fuera que dentro», pese a lo que convocó a 19 jugadores- es un serio contratiempo. El charrúa, que se había reservado en la salida a Riazor para recuperarse con más tiempo de sus problemas musculares, tuvo la mala suerte de recibir un fuerte golpe en el gemelo de su pierna derecha y se tuvo que retirar cojeando.
Parecida desgraciada fortuna padeció Apoño por el lado visitante. El magnífico centrocampista descubierto por Juan Ramón López Muñiz se produjo una contractura en la sesión previa al desplazamiento a Iruñea y se cayó de la lista. Una baja sensible, pues por el mediocentro malagueño pasan prácticamente todos los balones de su equipo.
A pesar de esta ausencia, el poder a la contra de la escuadra andaluza no baja un ápice y Camacho es consciente de ello. «Se trata de no dejar hacer su juego de contraataque y para ello se deben terminar las jugadas y no regalar balones en el medio campo».
El técnico rojillo se deshizo en halagos hacia el rival y su cuerpo técnico. «Seguramente tienen la punta de velocidad más rápida que hay en Europa y su entrenador cuenta con experiencia y títulos, saben lo que quieren y no se dejan influir por nadie», dijo. N.M.
Si finalmente Patxi Puñal juega hoy ante el Málaga -se pelea por el puesto en el doble pivote con Soriano-, el capitán uhartearra se convertiría en el segundo jugador rojillo que más partidos oficiales ha disputado, superando a un histórico como Javier Castañeda. El centrocampista alcanzaría la cifra de 396 encuentros con la elástica rojilla.
Oier y Kike Sola fueron los dos futbolistas de la primera plantilla que se quedaron fuera de la lista por decisión técnica de Camacho. El primero suele ser uno de los descartes en los últimos tiempos, pero sorprende más el segundo, tanto porque tuvo sus minutos en Riazor como por la necesidad de recambios arriba ante la probable ausencia de Pandiani.