La UE premia la decisión de Serbia de iniciar un proceso de diálogo con Kosovo
La decisión de los ministros de Exteriores de la Unión Europea de tramitar la solicitud de adhesión de Serbia se puede entender como un guiño a ese país, un «premio» concedido por la UE en su propósito de ir cerrando el triste capítulo del conflicto de los Balcanes. Holanda bloqueaba dicha tramitación, y ayer levantó su bloqueo a cambio del compromiso de que los siguientes pasos del proceso de adhesión se den si el Consejo de la UE decide por unanimidad que Serbia colabora plenamente con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia. En cualquier caso, el gesto de Serbia que ha permitido ese «premio» de la UE no ha tenido que ver con esa colaboración, sino que ha sido la disposición de Belgrado iniciar un proceso de diálogo con Kosovo, algo que, según la presidencia de turno de la UE, no podía quedar sin una reacción positiva. Lama la atención el hecho de que la UE considere que la decisión de iniciar el diálogo con Pristina no debe quedar sin premio mientras en su seno hay quien dice que las aspiraciones de independencia de los pueblos no tienen cabida en Europa y quien, como el Estado español, no reconocen la de Kosovo.