Gloria REKARTE Preso ohia
A mis amigos y amigas
Acostumbro a abrir el correo electrónico después de cenar, acompañándome de un café que invariablemente se me atraganta. Porque entre los buenos deseos con paisajes bucólicos, los videos de tropezones y caídas en picado, las fotografías espectaculares y el último aviso del peligrosísimo y recién descubierto virus de la antorcha olímpica, llegan también informaciones ocultadas, situaciones silenciadas, realidades desmentidas que solamente un «pásalo» permite descubrir cortándote el resuello. Os agradezco los mensajes todos. Hasta el muy urgente, porque a partir del martes (desde hace unos siete años) el Messenger va a ser de pago. Y aunque todos y todas sois muy libres de optar, opinar, y reenviar, os quiero pedir, y muy encarecidamente, que a la hora de reenviar determinados correos, me borréis de la lista. Con los de mal disimulado corte anti-islamista, con geniales ideas para boicotear mezquitas, el café se me atraganta doblemente, porque necesito recordarle al autor del «pásalo» en cuestión que, le guste o no, una mezquita tiene el mismo derecho, en este suelo y en el español, a estar y ser erigida que una iglesia, una pagoda o un altar a Shiva. Os agradecería en cambio que, de tenerla, me enviarais información acerca de cuántos bienes públicos, municipales o comunales hayan escriturado como propios cualesquiera otras de las confesiones citadas. Me atraganto igualmente con los que me quieren contar la insostenible situación que se vive ahora en Venezuela. Y no dudo que ahora haya gente que viva peor, pero mientras no quieran contarme cuánta vive mejor, igualmente me borráis de la lista. No me lo toméis a mal. Es que si el café me va a sentar mal, que sea por algo que merece la pena.