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El queso ganador del Último Lunes de Gernika se subastó por 7.700 euros

No existe la crisis económica en la subasta del medio queso ganador del concurso del Último Lunes de Gernika. Ayer, Angel Velo, del restaurante Taskas del barrio mungiarra de Billela, pujó hasta los 7.700 euros para hacerse con el queso elaborado por Aranburu Elkartea, de Idiazabal. Uno de sus tres socios, Juan José Aranburu, no pudo ocultar su satisfacción por el precio que adquirió su producto en la puja. Fue la anécdota de la ya tradicional feria del agro vizcaino.

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Agustín GOIKOETXEA | GERNIKA

Las arcas de la Residencia Kalzada salieron ayer bien paradas de la subasta de los tres primeros quesos clasificados en el concurso del Último Lunes de Gernika. El incombustible José Antonio Bastegieta, Marko, logró 9.200 euros para el centro que atiende a personas mayores, de los que 7.700 euros -el récord en la plaza vizcaina- los puso Angel Velo, del restaurante Taskas.

Velo no lo tuvo fácil, como luego confesó a los periodistas, pues otro de los habituales, el restaurante gernikarra Ximela, llegó en la pugna hasta los 7.500 euros, en los que se plantó. El propietario del Taskas -que en enero se traslada al lado de un área de servicio junto al aeropuerto de Loiu- necesitó del apoyo económico de sus amigos para hacerse con la pieza, con los que ayer a la tarde degustó el preciado queso. «Pensaba llegar hasta 6.000 euros», declaró luego con el «trofeo» en su mano.

El vino que acompañó la costosa cata lo puso Manu Mosteiro, un bodeguero de la Ribera del Duero que elabora Robredo de Oteo. Con este caldo degustaron los privilegiados amigos de Velo el queso de Aranburu Elkartea. Uno de los tres productores que conforman la asociación de Idiazabal, Juan José Aranburu, a pesar de estar acostumbrado a recibir galardones -el último el sábado en Bilbo al convertirse en el Campeón de Euskal Herria de Queso de Pastor- no pudo contener la alegría ante el precio que adquirió.

Aranburu incidió en que había vendido muy bien en la villa foral. «Es una feria en la que se va a comprar», manifestó, a la vez que explicó que las temperaturas frías y el viento del norte son las mejores condiciones para hacer brillar a una leche de oveja de primera calidad. «Hacemos 13.000 kilos anuales y los vendemos», remarcó.

El producto que Marko bautizó como «queso de platino» se impuso al de Arantza Garaiburu, de Berastegi, y Ricardo Murias, de Muskiz. Ambos fueron también subastados y por el primero el asador Cannon, de Sollube, desembolsó 1.100 euros mientras que Unai Campo, del restaurante Porrue de Bilbo, pagó 400 por el tercer clasificado.

La subasta fue el punto álgido de la feria del Último Lunes, a la que algo más de 100.000 personas, según fuentes municipales, se acercaron para ver en primera persona lo que es considerado un escaparate del agro vizcaino. Si a primera hora de la mañana, la amenaza de la lluvia llegó a muchos a retrasar su viaje, con los primeros rayos de sol las calles céntricas de la villa foral estuvieron a rebosar y los 335 puestos -36 más que el año pasado- también.

Quejas por las ventas

A pesar de la multitud que recorría las calles, desde su puesto de frutas, Urtza Sarrionandia, de Igorre, se quejaba de la falta de compradores, a pesar de que, en su caso, los precios eran inferiores a los de 2009. «El año pasado, el precio del kilo de manzana oscilaba entre 2 y 2,5 euros, hoy anda entre 1,5 y 1,8 euros», apostillaba. Eso sí, reconoció que las ventas en Gernika son superiores a otras ferias y que la renombrada «crisis económica» les está jugando una mala pasada también a los baserritarras, en un año de buena cosecha.

Para Sarrionandia era la séptima ocasión en que acudía al Último Lunes mientras que el bermeotarra Iñaki Azpeitia, con siete años en el mundo de la agricultura ecológica en Tribispe Baserria, en su primera incursión en el mercado se mostraba satisfecho de las ventas.

Muy cerca, en la misma calle Juan Kalzada, la mendatarra Pilar Aranbarri, vestida de baserritarra, explicaba que la cosecha de alubia había sido mejor que la de 2009, lo que les había permitido mantener los precios en torno a los 10 euros, como lo hacen el resto del año en la cercana plaza de abastos. Su previsión era vender entre 300 y 400 kilos de la afamada legumbre gernikarra; pimientos txoriceros tenían pocos «pues los hemos vendido en casa».

Si ha sido una buena campaña en la huerta, no ha sucedido lo mismo en las colmenas. El baracaldés Igor Merino -con colmenas en Enkarterriak, Bakio y Unbe- señaló que la temporada «no ha sido buena. El verano ha entrado más tarde, con un mes de retraso, y luego en junio hubo tres semanas de lluvia a las que se puede achacar el bajón en la producción de miel». A 9 euros el tarro del goloso néctar de las abejas, como el año anterior, Merino aventuraba que mantendría las ventas como en los cinco años anteriores.

En el capítulo de premios del concurso agrícola que patrocina BBK, Adela Andikoetxea, de Urduliz, venció en hortalizas, mientras en frutas lo hacía otro clásico: el gatikarra José Etxebarria. La miel de brezo de Javier Larrinaga, de Kortezubi, consiguió mención y repitió trofeo, mientras que el zornotzarra Valentín Llona se hizo con el galardón en multiflores. Entre el txakoli blanco se impuso Txabarri, de Aranguren (Gueñes); en rosado, Abio, de Bakio; y en tinto, otro bakiotarra, Zabala.

 

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