Tras varios años intentando consolidarse entre los mejores de la Euroliga, la temporada pasada el Prokom tocó su techo consiguiendo acceder al Top8, un objetivo que vuelve a repetir esta temporada. Aunque no el único, el factor diferenciador del equipo polaco fue un David Logan que hoy volverá a pisar el cada vez más inaccesible Gydnia, pero engrosando las filas del equipo visitante.

La capacidad anotadora del estadounidense desde la posición de dos, junto al también fugado Qyntel Woods, convenció tanto a la entidad que este año vuelven a basarse en una plantilla nutrida de buenos escoltas anotadores que lo convierten en un rival peligrosísimo a nada que tengan el día.

La fuerza del equipo polaco pasa por el acierto de esos «jugones» estadounidenses que, siendo tantos, siempre hay alguno capaz de amargarle la existencia a cualquiera. Sólo así se entiende que, con dos piezas importantes como Mike Wilks y Bobby Brown en valoraciones de -6, el equipo polaco le pusiera tan complicadas las cosas al Khimki de Scariolo en el debut de la presente Euroliga.

Wilks llega tras varias temporadas como secundario en la NBA, mientras que Brown ya dio muestras de su capacidad anotadora en el Alba Berlín la pasada campaña. Su expulsión tras recibir dos técnicas sólo le permitió jugar diez minutos.

En la extensa línea exterior, el veterano Daniel Ewing será el encargado de dirigir al equipo, no en vano es uno de los clásicos en su tercera temporada en el equipo. Pese a salir muchas veces desde el banquillo, como ante el Khimki, sus 12,2 puntos de media dan pistas sobre su fiabilidad.

El mayor descubrimiento, hasta la fecha, es JR Giddens, otro estadounidense que escapa un poco al perfil de los anteriores, mucho más físico y cuya capacidad atlética puede hacer estragos en Europa. Procedente de los New York Knics, fue el jugador más valorado de su equipo en la primera jornada con 20 puntos y 10 rebotes, números al alcance de muy pocos.

Viejos conocidos

Para aumentar su capacidad de lanzar desde fuera, desde la ACB han llegado dos viejos conocidos del Baskonia. Para abrir aún más el campo, para ese cada vez más empleado rol de cuatro abierto capaz de lanzar de tres, el elegido ha sido el alemán Jan Hendrik Jagla, que ha mostrado maneras interesantes en su etapa en el Joventut de Badalona.

El último fichaje de los polacos ha sido el búlgaro Filip Videnov -ex Madrid y Sevilla- otro jugador de gran capacidad anotadora.

El peso estadounidense en el interior caerá en manos de Ronnie Burrell, que pasa por ser quizá el jugador más regular de los cinco yankees que cuenta el equipo, con 8.1 puntos y 5 rebotes en 20 partidos la temporada pasada en la Euroliga. Burrell llegó a Polonia procedente del Telekom Baskets Bonn, tras haber militado también en el RheinEnergie Koeln alemán y el Levallois francés, además del Gainesville de la WBA.

La batería interior se completa con otro ex ACB como Ratko Varda -ex de Menorca y Real Madrid- que posee un interesante juego de espaldas a canasta, y Adama Lapeta, todo un clásico del equipo amarillo. Este último no es demasiado fino de cara al aro contrario, pero su intensidad, rebote y defensa siempre son necesarias en fases del partido. El resto de polacos del equipo, a priori, tendrán un papel más testimonial, pero también tratarán de ganarse sus minutos.

Con este panorama, el Baskonia tendrá que apretar los dientes a la hora de afrontar la primera de las complicadas salidas que le ha deparado un grupo en el que ganar fuera no será sencillo para nadie. Hasta ahora, el equipo de Ivanovic, que vuelve a contar con la baja de Haislip, se ha mostrado fuerte en el pabellón de Zurbano, pero sus desplazamientos a Málaga y Granada han mostrado ciertas debilidades fuera de casa.