La Ertzaintza hirió a un trabajador en la jornada de paro total en Veolia-Bilbobus
J. BASTERRA |
El presidente del comité de Veolia-Bilbobus, Pedro Angulo, señaló a GARA que la huelga de autobuses urbanos fue secundada de «forma total» por la plantilla de trabajadores y denunció «la carga brutal de la Ertzaintza» en las cocheras de Elorrieta, que trajo como consecuencia «que un trabajador resultara herido y haya tenido que ser trasladado al hospital».
La dirección de Veolia y el comité de Bilbobus mantendrán una reunión mañana. Angulo señaló que espera que la empresa «entre en razón para que negocie los incumplimientos de los acuerdos, tanto en horarios de servicios, la falta de mantenimiento y limpieza de los autobuses y el incremento de la precariedad laboral».
Los trabajadores se concentraron en las cocheras de Elorrieta para impedir la salida de los autobuses. La Ertaintza intervino «de forma brutal», según el presidente del comité, lo que dejó a un trabajador herido y hospitalizado. A las 8.00, los trabajadores se trasladaron a en manifestación hasta el Ayuntamiento de Bilbo para exigir al alcalde, Iñaki Azkuna, «que haga cumplir a Veolia los acuerdos de concesión del servicio de autobuses». En ese momento, Pedro Angulo afirmó que denunciaron el estado en el que se encontraban los neumáticos de una unidad de transporte y «ha sido la propia Policía Municipal la que ha obligado a retirar ese autobús de la circulación».
Angulo manifestó a GARA que espera que «se negocie y alcancemos un acuerdo», porque los próximos días 2 y 9 de noviembre se mantendrán las convocatorias de huelgas en el servicio de autobús urbano en Bilbo. A partir del día 9, si no hay acuerdo, la huelga se convertirá en indefinida. A juicio del presidente del comité «es necesario que nos sentemos a negociar, pero también quiero dejar claro que Veolia tiene que venir con voluntad de hacerlo. Porque hasta la fecha no ha sido así».
Ese hecho es el que está provocando «un elevado malestar» entre los trabajadores de Bilbobus, porque ven que no se cumplen los acuerdos y todo ello va en detrimento del servicio y de las condiciones de trabajo de la plantilla».
Veolia, por su parte, denunció la «agresividad» con que se empleó la plantilla y consideró los paros «un abuso» de los trabajadores.