ELA y LAB firmarán el acuerdo del convenio del Metal de Gipuzkoa
ELA y LAB lograron ayer un preacuerdo con la patronal Adegi sobre el convenio del Metal de Gipuzkoa, después de nueve meses de movilizaciones y siete huelgas en el sector. El texto incluye un aumento salarial del IPC para este año y el que viene, así como el mantenimiento de la jornada actual. Ambos sindicatos subrayaron la importancia de la lucha de los trabajadores para frenar las pretensiones iniciales de Adegi.
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA
Después de diez meses de movilizaciones en el sector del Metal de Gipuzkoa, ELA, LAB y la patronal Adegi alcanzaron ayer un preacuerdo sobre el convenio de un sector que agrupa a cerca de 60.000 trabajadores.
El preacuerdo contempla subidas salariales en tablas del IPC+0,5% en los años 2010 y 2011, lo que se traduce en subidas salariales reales del IPC, así como el mantenimiento de la jornada actual. También incluye el derecho a disfrutar las vacaciones cuando no puedan disfrutarse por coincidir con una situación de baja.
Este acuerdo llega después de meses de movilizaciones y huelgas que han echado atrás la propuesta inicial, en la que Adegi proponía la congelación salarial y un aumento de 58 horas de la jornada laboral anual. La firma definitiva del convenio está prevista para mañana.
«Ni un retroceso»
ELA valoró que el texto recoge el «respeto íntegro de los contenidos del actual convenio, sin ningún retroceso» y destacó la defensa por parte de las personas trabajadoras de «las conquistas sociales conseguidas a lo largo de muchos años de lucha» en un contexto de «ataque brutal a las condiciones laborales»
«Hemos dejado muy claro a Adegi que no estamos dispuestos a permitir que las generaciones que vienen detrás se encuentren con un sector del Metal completamente desregulado y precario» afirmó ELA, que subrayó el esfuerzo de miles de trabajadores que han participado en las huelgas y movilizaciones. Por su parte, LAB manifestó que los trabajadores tienen razones para estar contentos porque «han ganado» al «hacer frente al ataque de Adegi y mantener los derechos que quería quitarles y las mejoras conseguidas durante los últimos años». Subrayó que «mantenemos el convenio, no hay medidas regresivas y no se incluye ninguna consecuencia de la reforma laboral». También destacó que en el proceso de negociación «ha quedado claro que mediante la lucha se pueden lograr nuestros objetivos».
En cambio, CCOO opinó que el acuerdo resulta «claramente insuficiente», ya que significa pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores y además observa elementos «regresivos» como la flexibilidad y la posibilidad de que las empresas modifiquen las condiciones de trabajo de forma unilateral si los trabajadores se oponen a someterse a un arbitraje, «una de las disposiciones más regresivas de la reforma laboral».
Aseguró que «en la letra pequeña del preacuerdo, se cuelan cuestiones regresivas a las que, asombrosamente, ELA y LAB han accedido».
Igualmente, UGT estimó que el preacuerdo resulta «pobre de contenidos» y «más si se tienen en cuenta que ya han transcurrido nueve meses de negociaciones y siete jornadas de huelgas, ya que a su juicio se podía haber firmado «hace tiempo» sin necesidad de huelgas. Aun así, dejó abierta la posibilidad de firmarlo, tras examinar el texto «con detenimiento» durante esta semana.
Adegi calificó el acuerdo como «un hito de la máxima importancia», ya que se trata de la primera vez «que un convenio colectivo incorpora de manera expresa conceptos como la flexibilidad interna organizativa, la competitividad de las empresas, la necesaria adaptación a las necesidades del entorno, el diálogo como vía de solución de conflictos y la estabilidad de las relaciones laborales».
La patronal guipuzcoana consideró un «gran paso en la buena dirección» que los sindicatos firmantes hayan aceptado «que las empresas necesitan adaptarse a la dinámica cambiante de los mercados».
El acuerdo recoge un aumento salarial del IPC para este año y 2011, así como el mantenimiento de la jornada actual, frente a la congelación de sueldos y aumento de jornada que proponía inicialmente Adegi.
Mientras ELA y LAB valoraron que, gracias a la lucha de los trabajadores durante estos meses, se mantiene el convenio sin retrocesos, CCOO opinó que en la letra pequeña «se cuelan cuestiones regresivas» y UGT afirmó que no eran necesarias las huelgas.
La negociación del convenio del Metal de Gipuzkoa comenzó en febrero con la oferta en la que Adegi proponía la renovación íntegra del convenio para incorporar medidas de flexibilidad para las empresas, congelación salarial para 2010 y 2011, un aumento de la jornada laboral de 58 horas, y la eliminación del plus de antigüedad. También aumentaba la flexibilidad de 65 horas a 120 horas anuales, recortaba en el pago de las licencias, pluses de nocturnidad, toxicidad, penosidad y peligrosidad, las pagas extraordinarias, y los derechos de los representantes de los trabajadores. Asimismo, introducía una cláusula de «paz social» en la que se incluía la obligación de no realizar huelgas durante la vigencia del convenio ni en seis meses durante su negociación. La propuesta fue calificada unánimemente por ELA, LAB, CCOO y UGT como una provocación. Desde ese momento se sucedieron las reuniones y desencuentros, siete jornadas de huelga y numerosas movilizaciones en las empresas del Metal. Adegi llegó a romper la mesa negociadora exigiendo la desconvocatoria de los paros. Finalmente, ayer se alcanzó el preacuerdo que firmaron ELA y LAB. GARA