Naciones Unidas y Rusia solicitan a Irak que no ejecute a Tarek Aziz
GARA |
Naciones Unidas y Rusia Rusia pidieron ayer a Irak que no se ejecute la sentencia de muerte contra Tarek Aziz, el antiguo ministro de Exteriores de Saddam Hussein.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon reiteró la oposición del organismo a la pena capital y pidió, «como en otros casos», que no sea aplicada.
Por su parte, el Ministerio ruso de Exteriores expresó en un comunicado su confianza de que «el Consejo Presidencial iraquí no autorizará la aplicación de la pena de muerte» impuesta a Aziz.
«Razones humanitarias elementales exigen que se den muestras de clemencia en este caso», añadió el Ministerio, subrayando que es «indispensable tener en cuenta el estado de salud y la avanzada edad de Tarek Aziz», de 74 años. En cualquier caso, consideró el veredicto «un asunto interno».
Parlamentarios rusos también mostraron su rechazo a la sentencia. «Lo que ha pasado en Irak es la eliminación de un testigo y un arreglo de cuentas entre diferentes confesiones, pero no es una victoria de la justicia», declaró Mijail Margelov, jefe de la Comisión de Exteriores del Consejo de la Federación (Cámara Alta), citado por la Interfax.
Sigue la purga
El gobernador de Salah ad-Din, provincia natal de Saddam, ha sido suspendido de sus funciones después de que un comité encargado de depurar a los antiguos cargos del partido Baaz haya afirmado que era «un miembro activo» de esta formación prohibida desde 2003.
«Los responsables del Comité de Responsabilidad y Justicia (CRJ) de Bagdad nos han informado de que Jaled Hassan había sido un miembro activo de Baaz», afirmó ayer a AFP Radi al-Harbawi, el responsable del CRJ en esta provincia suní.
Algunos electos denunciaron anónimamente que la depuración de Hassan es una venganza del anterior gobernador, Mutashehr Hussein Ellewi, que fue expulsado del cargo por corrupción.