Al acceder a la Alcaldía, izquierda abertzale y EA se pusieron como uno de los principales objetivos del mandato la elaboración del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una «herramienta con la cual se decide el planeamiento urbanístico y el desarrollo económico, social y cultural» de Busturia. Tenían claro que ese documento «no sólo decide dónde se construye y dónde no. También define -subrayan- el proyecto de pueblo y nuestro día a día».

El equipo de gobierno propone en el avance del PGOU un cambio radical con la política urbanística impulsada en el pasado por el PNV; de ahí que descartaran el documento anterior. «Ese avance pretendía transformar completamente Busturia por medio de un desarrollo salvaje y fuera de toda lógica; entre otros, proponía la construcción de un campo de golf, tres nuevos hoteles en zona no urbana y 349 nuevas viviendas de precio libre. La propuesta anterior -remarcan- no respondía a las necesidades reales de Busturia y sus habitantes».

En materia de vivienda, por ejemplo, ahora se propone un «crecimiento armonizado» de cada uno de los barrios, frenar la especulación generada por la construcción de viviendas de veraneo y asegurar que la mayoría de las que se edifican tienen algún tipo de protección. Se pretende la consolidación de los cinco núcleos urbanos: San Kristobal, Altamira, San Bartolomé, Axpe y Artadi-Santarena.

De las 138 viviendas que se resuelve construir en los próximos ocho años en Axpe (Kurtzio, Malbe e Izpilueta), San Bartolomé (Lekozais), Altamira (San Migel) y San Kristobal-Altamira (Beotegi), 95 serán protegidas, tanto en propiedad como en alquiler, y 42 libres. Además, se apuesta por la rehabilitación.

Partiendo de la premisa de que Busturia pertenece a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, todas las iniciativas urbanísticas y de desarrollo las supeditan a la protección, conservación y mejora de ese medio natural privilegiado. Así, el Plan propone como espacios libres no urbanizables los 50.930 metros cuadrados que rodean la Torre Madariaga, un terreno recientemente adquirido por el Consistorio, y otros 28.312 diseminados por el municipio.

Se impulsará el sector agroganadero, dejando a un lado el abandono de cultivos y «políticas forestales cortoplacistas». Estas actuaciones también van orientadas a impulsar un modelo de turismo verde y de calidad, «respetuoso con el medio físico y natural, que posibilite el desarrollo de actividades que supongan un polo de atracción para Busturia». Nada que ver con el segundo Guggenheim.

En el ámbito de las infraestructuras, se propone el desdoblamiento de la red férrea de EuskoTren, manteniendo las actuales estaciones y el soterramiento frente al camino Santarena y la zona de Abina. Al mismo tiempo, apuestan por la mejora del actual trazado de la carretera BI-2235 mientras la Diputación acomete el corredor Mungia-Bermeo, con sus túneles de Sollube, que desviará, según las previsiones forales, la mayoría del tráfico pesado y de los turismos que proceden de Bermeo, Mundaka y Sukarrieta.

Otro objetivo que se persigue es la creación de un nuevo centro de actividades económicas en Sakoneta, reordenando el sector industrial y potenciando la creación de nuevas actividades. La zona elegida, de aproximadamente 0,8 hectáreas, dispone de un fácil acceso desde la BI-2235 y, además, hay un proyecto de remodelación de accesos desde la zona de San Kristobal. La construcción se efectuará con una tipología arquitectónica acorde a la tradicional de la zona. El centro de Sakoneta, por cierto, posibilitará la recuperación del margen del río Mape, ganando el entorno de Trébol al río para evitar riesgos de inundaciones y para el disfrute de los vecinos. Se trata de evitar los riesgos de inundabilidad aquí y en la ribera del Axpe.