Antonio Basagoiti se le pueden negar muchas virtudes, pero no aquélla de hablar mucho a su público y hacerlo con una claridad reveladora de sus intereses. Su última propuesta es la de decretar una «cuarentena» legal de cuatro años a la izquierda abertzale como prueba del algodón de la sinceridad en sus intenciones. Sin embargo, no es original; Pedro J. Ramírez ya editorializó en idénticos términos. Resulta paradójico que el partido político heredero de quienes detentaron el poder durante cuarenta años ilegalizando a todos los demás y mantuvieron el control de poderes y aparatos del Estado sin «cuarentena depurativa» alguna haga ahora política con tales exigencias. Éstas revelan, más que una actitud hostil al proceso, un interés de hacerlo por «vía lenta», probablemente para protagonizarlo y rentabilizarlo ellos.

La Ley de Partidos no puede sostenerse hoy en día si no es desde tales mentalidades y discursos. Es una gran mascarada que disfraza la realidad social y el mapa político del país para un juego de poder donde muchos ganan y siempre pierde la voluntad popular. Pero también descubre los miedos y las debilidades de quienes detentan el poder gracias a la «revolución de la normalidad», así como sus propios matices, importantes aunque relativos.

El PSOE parece haber explicitado sus exigencias «democráticas» en la renuncia expresa e «inexorable» a la violencia, y el PP, sobre todo, en añadir la renuncia a los principios ideológicos y fines políticos. Curioso ejercicio de exigencias ajenas que indica el nivel «democrático» propio. Pero, sobre todo, este juego trampeado revela el inaplazable reto colectivo de una normalización progresiva de la política vasca y la necesidad de nueva realidad de no violencia con garantías y escrutinio internacional, como vía efectiva para que todos los disfraces caigan y desde nuevas bases se abran nuevas fases. Quienes están comprometidos en ese afán tienen de su parte al mejor aliado: la gente de este país. Responder positivamente a ese desafío requiere actitud política de alta intensidad.