Los cuatro sindicatos han convocado tres jornadas de huelga para los días 23 y 24 de diciembre, «claves para el comercio» , y el 7 de enero, «cuando se iniciarán las rebajas», ante la última oferta de la patronal, que califican como «insultante». Además, el próximo 12 de noviembre en El Arenal y en Gran Vía van desarrollar protestas y el 19 de noviembre se manifestarán ante la sede de la patronal vizcaina Cebek y Cecobi.

Marije Fernández (ELA), Ziortza Amestoi (LAB) y Paula García (UGT) exigieron un convenio digno para el sector, que agrupa a entre 15.000 y 17.000 trabajadoras. El eslogan que han elegido para la protesta es «Porque tu convenio no es una lotería. Greba. Comercio de Bizkaia». Los tres días de paro engloban al Comercio de Alimentación, Comercio Textil, Comercio Metal, Comercio Piel y Calzado, Comercio General y Comercio del Mueble. Según explicaron ayer en rueda de prensa, tras casi dos años de negociación con la patronal del comercio vizcaína Cebek, la oferta que han recibido de la patronal en materia económica es de un incremento de cuatro euros al mes, «lo que está por debajo, incluso, del IPC». Consideran que ese planteamiento «es insultante», teniendo en cuenta que el IVA «ya ha subido un 2% y el recibo de la luz un 5%», precisó Marije Fernández.

Ziortza Amestoi recriminó a Cebek también por la jornada laboral, ya que «mantiene su postura de no negociar», a pesar de que «las plantillas, en las que son gran mayoría las mujeres, tienen contratos a tiempo parcial». Amestoi recordó que la patronal nos ofrece dos opciones: «o firmamos un convenio de transición sin tocar nada del texto del convenio actual o la negociación se convierte en un cambio de cromos y si queremos que nos den algo será a cambio de renunciar a derechos que históricamente nos ha costado mucho conseguir, a los que no vamos a renunciar».

Se mostraron dispuestas a negociar, pero reconocieron que Cebek y Cecobi tratan de dilatar las negociaciones «hasta que los trabajadores de comercio lleguen a la conclusión de que los convenios provinciales no sirven para nada. Pretenden, según ha dicho, llegar a firmas de convenios tarde, sin contenidos, sin incrementos y sin mejoras sociales, como pasa en los convenios estatales».

Paula García recordó que las centrales sindicales ya han hecho un esfuerzo para mantener una demanda unitaria que pasa por negociar unas condiciones dignas en un sector «que vive de las miserables ofertas de la patronal vizcaina».