La cifra de muertos a consecuencia del tsunami en Indonesia se eleva ya a 282
Indonesia se movilizó ayer para tratar de socorrer a las víctimas de dos violentas catástrofes naturales, un tsunami y la erupción de su volcán más activo, el Merapi, que según las autoridades locales, causaron casi 300 muertos y varios centenares de desaparecidos.GARA |
Al menos 282 personas murieron y 412 están desaparecidas después del fuerte seísmo que desencadenó un tsunami al oeste de Indonesia, en el archipiélago de Mentawai, declaró ayer un funcionario gubernamental.
«Hemos descubierto 282 cuerpos. Al menos 412 personas siguen desaparecidas», indicó a AFP Ade Edwards, un responsable de los servicios de socorro.
Sin relación con ese terremoto, que se produjo a cerca de 2.000 kilómetros de distancia, el volcán Merapi, el más activo del país, mató a 29 personas al entrar en erupción el martes por la noche, expulsando nubes de humo tóxico y cenizas.
Las operaciones de rescate están siendo complicadas, por las dificultades de acceso. Varios poblados, en particular en la isla de Pagai del Sur, resultaron destruidos y fuertemente dañados por olas de tres metros de altura que penetraron hasta 600 metros en tierra firme.
El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, viajó a Padang, el puerto más cercano a Sumatra, para supervisar las operaciones de socorro, cuya organización es muy compleja en estas islas, golpeadas el lunes por un seísmo de magnitud 7,7 al que siguió un tsunami.
Olas de tres metros que, según algunos testigos, formaron «un muro de agua con espuma blanquecina», arrasaron completamente aldeas costeras del archipiélago de las Mentawai, frente a las costas occidentales de la isla de Sumatra.
El tsunami asestó un golpe duro al balbuceante turismo de las Mentawai, unas islas de vegetación exuberante cuyas olas conquistaron a los surfistas.
Bajo alerta
Los expertos habían advertido con anterioridad del alto riesgo de que pudiera producirse un terremoto en este archipiélago indonesio situado en una zona de subducción entre las placas tectónicas indoaustraliana y eurasiática.
Los desgarramientos de esta falla fueron los causantes del devastador tsunami del 26 de diciembre de 2004 en el Océano Índico, que se saldó con más de 220.000 víctimas mortales.
Varios surfistas extranjeros, entre ellos un vasco, se encontraban en la zona cuando se produjo el tsunami, aunque no sufrieron daños.