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Martín Lasarte dará la convocatoria esta mañana tras el entrenamiento y no piensa dar la oportunidad a todos los menos habituales

La Real se enfrenta con su historia

Quiere romper con la maldición que acompaña a la entidad en el torneo copero desde sus dos finales consecutivas a finales de los 80.

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REAL SOCIEDAD-ALMERÍA

Joseba ITURRIA

La Real se enfrenta como cada otoño con la historia más reciente que se recuerda a los blanquiazules cada vez que llega la Copa. Desde las dos finales consecutivas de 1987 y 1988, su trayectoria en esta competición escapa a cualquier lógica racional, con cantidad de eliminaciones en primera ronda y ante rivales de menor categoría.

Martín Lasarte pedía ayer que no se le hiciera asumir toda esa historia reciente de la Real: «La deuda es vieja y no puedo cargar con las deudas anteriores. Cargo con la mía, que ya es bastante. Nuestro antecedente es único y malo, pero tampoco podemos cargar con las circunstancias que el club ha tenido mucho tiempo por detrás».

Añadió que «la Copa es un torneo muy bonito cuando te aproximas a las circunstancias de mayor importancia. Mientras tanto, es difícil hacerla convivir cuando tienes un primer objetivo claro de mantenerte en la Liga. Hasta hoy nunca me preguntaron por la Copa. Para todos la Liga es lo más importante. Pero una vez que aparece genera ilusión y te puede dar un brillo».

La Real depende mucho de la intensidad de su juego, tiene un once muy definido y visto qué pasó la única semana en la que jugó tres partidos, parece aconsejable dar a los menos habituales la responsabilidad de jugar la Copa, pero Lasarte rechazó que vaya a alinear a todos los suplentes e incluso dijo que «no tiene por qué» jugar Zubikarai.

«No tenemos dos equipos. Podemos tener un equipo y siete u ocho más. Algunas modificaciones haremos, pero tampoco una revolución. A algunos les daremos la oportunidad porque están en condiciones de hacerlo bien. A la base general le haremos algún retoque, pero no será un once totalmente distinto».

Sólo descartó a Illarramendi, por «dificultades digestivas», aunque Zurutuza y Aranburu arrastran secuelas físicas del lunes. Como la convocatoria se conocerá tras el entrenamiento matinal, es una lotería acertar con el once, aunque habrá menos cambios de los esperados.

Decía que era bueno para los jugadores jugar miércoles y domingo: «Vivimos mucho del aspecto mental y del físico por la intensidad que intentamos dar al equipo todos los partidos, pero competir el fin de semana y entre semana no es malo. Es agradable para el futbolista».

La tarjeta de Griezmann

La nota simpática de la rueda de prensa de Lasarte estuvo en la tarjeta que vio el lunes Griezmann por montarse en un coche para celebrar su gol. Desveló que ha hablado con el chaval de ello como hace habitualmente, como si fuera su segundo padre: «Creo ser bastante crítico con él y riguroso y muchas veces le doy bastante para adelante, le empujo a que continúe con algunas cosas. Él vive una cosa que a los chicos de su edad les gustaría vivir y es fácil criticarlo y alabarlo, pero no es tan sencillo vivirlo. Debe dosificarse. Le dije que a ver si afloja su imaginación. Por algo es el único con cuatro tarjetas. Que le saquen una por subirse al auto...».

Le recordaron que se subieron varios jugadores realistas y bromeó: «Pero el que conducía era él y además sin carnet».

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Tras jugar el domingo en Málaga, la Real disputará el siguiente partido en Anoeta el sábado 6 a las ocho de la tarde contra el Racing de Santander. El derbi de Segunda B entre Sanse y Real Unión se jugará este domingo a las doce en Zubieta.

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Será el 1 de diciembre a las siete de la tarde en el velódromo de Anoeta y, además de la aprobación del balance del pasado ejercicio y el presupuesto de éste, se pedirá a los accionistas autorización para la constitución de la Fundación.

Lillo: «Va a ser emocionalmente muy especial»

En tres días se van a sentar en el banquillo visitante de Anoeta dos ex entrenadores de la Real en serios problemas Y con su continuidad muy cuestionada. El lunes fue Miguel Ángel Lotina y hoy un Juanma Lillo que ya antes del partido de Liga dijo que sería distinto cuando volviera a Anoeta. Así, ayer decía que «emocionalmente va a ser muy importante y especial para mí, y la verdad es que no esperaba que fuera tan pronto. Ha sido una casualidad enfrentarnos en la Copa».

El técnico tolosarra comentaba que «se trata de una competición oficial, es un torneo que me gusta y queremos pasar la eliminatoria. Cuando un equipo gana y pasa una ronda le da importancia al torneo. Cuando pierde, se dice que no interesa y que hay que centrarse en la Liga. Son tópicos, pero la verdad es que cuando te eliminan, te jode. Es una competición que por sus características tiene poco margen para el error, porque, si no, te vas fuera».

Al ser preguntado si iba a hacer rotaciones, el entrenador del Almería respondía que «es una posibilidad». Dio descanso a un habitual en sus alineaciones como Acasiete, aunque matizaba el tolosarra que «ello no supone que vaya a ser titular contra el Atlético de Madrid». Se le preguntó si piensa en ese partido de Liga en el que en Almería dicen que puede estar en juego su continuidad en el banco y respondió que «teniendo la Copa a tan pocas horas, el encuentro del Calderón me parece todavía muy lejano. Ya pensaremos en él después de Anoeta».

El equipo andaluz llegará a Donostia hoy mismo en un vuelo charter y sólo dormirá en la capital guipuzcoana tras el partido para volver mañana a Almería. Lillo dio ayer la lista de los dieciocho jugadores que están citados a las 9.30 en el estadio del Mediterráneo para iniciar el viaje al aeropuerto y la novedad llegó con la presencia de Rigo, que sólo había entrado en las convocatorias de las dos primeras jornadas de Liga, en lugar de Acasiete, único jugador disponible que no viajó. Ortiz Bernal no se recuperó de su lesión de rodilla y también causa baja, mientras que Goitom vuelve a contar para el técnico tolosarra.

Un Juanma Lillo que no ha logrado que en este inicio liguero su equipo mantenga el nivel de resultados que tuvo desde su llegada al banquillo mediada la pasada temporada. Pero no parece muy justificado que se le cuestione porque sólo ha perdido tres partidos y todos por 1-0. Ha ganado un encuentro en Riazor (0-2) y lleva cuatro empates. Es un entrenador que hizo un notable trabajo en Donostia y merece un buen recibimiento. Joseba ITURRIA